
Monterrey y San Nicolás decidieron dar un paso conjunto para destrabar el proyecto del nuevo estadio de Tigres: pidieron formalmente al Congreso del Estado la aprobación del nuevo mapa territorial que ambos Cabildos autorizaron y que permitirá a la UANL avanzar en permisos y trámites que hoy mantienen la obra detenida.
La solicitud contempla que Monterrey entregue a San Nicolás alrededor de mil quinientos metros lineales, equivalentes a unos treinta mil metros cuadrados, en el sector de Manuel L. Barragán, Fidel Velázquez, Nogalar y la lateral hacia el Estadio Universitario. Ese reacomodo es, según ambos alcaldes, la pieza faltante para que CEMEX y la Universidad den el siguiente paso.
Daniel Carrillo destacó que el acuerdo representa un beneficio metropolitano y que su administración está lista para agilizar cualquier autorización que requiera el proyecto.

“Este es el primer paso: acuerdos voluntarios de límites territoriales que después permitirán incorporar zonas públicas a las tierras de la universidad, para que en el convenio con la directiva del equipo se concreten los trámites del desarrollo. San Nicolás no solo integra límites; también avanza de manera paralela en los permisos”, afirmó.
Adrián de la Garza recalcó que, una vez que el Congreso avale la solicitud, el proyecto finalmente dejará de ser expectativa. “Es algo serio, firme, tangible, que va ya a empezar a operar; ahora es un hecho”, sostuvo.
Cabe mencionar que ambos ediles municipales coinciden que la presentación oficial y datos al respecto de lo que será el nuevo Estadio de los Tigres bien saldrá tanto de la empresa Cemex (Sinergia Deportiva) y la UANL.
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