En rueda de prensa, el presidente de CAINTRA, Jorge Santos Reyna, delineó la postura del sector industrial frente a los cambios que se discuten a nivel federal y estatal, incluido el salario mínimo, la reducción de la semana laboral y la intención del Gobierno de Nuevo León de incrementar el impuesto sobre nóminas.
Santos Reyna afirmó que el sector no se opone a las mejoras laborales, siempre que estas no comprometan la competitividad. Recordó que cualquier avance que eleve la calidad de vida de quienes colaboran en una empresa es positivo, pero subrayó que se deben revisar constantemente los impactos para evitar perder atractivo frente a otras regiones con las que México comparte acuerdos comerciales. Puso como ejemplo la frontera norte, donde ya se habían expresado preocupaciones sobre el costo laboral y la salida de algunas empresas. Señaló que, tras el diálogo sostenido, el incremento salarial en esa zona quedó en 5%, lo que calificó como un acuerdo adecuado.
Respecto a la reducción de la semana laboral, consideró que se trata de una reforma de vanguardia que incorpora buenas prácticas internacionales. Resaltó que la gradualidad permitirá que las empresas, en especial las pymes, ajusten sus operaciones para mantener productividad. Agregó que uno de los aspectos más valiosos fue el entendimiento alcanzado entre iniciativa privada, gobierno y sindicatos, lo que demuestra que los acuerdos son posibles cuando hay diálogo.
Sobre el impuesto sobre nómina, insistió en que no es el momento de elevar costos. Dijo que el sector privado mantiene apertura para dialogar tanto con el Ejecutivo como con el Congreso y recordó que ya hubo un acercamiento con el tesorero estatal y con algunas bancadas. Para CAINTRA, un aumento en ese gravamen afectaría la formalidad y la competitividad del estado en materia de inversión. Aunque el Gobierno minimiza los riesgos, Santos Reyna aseguró que, por ahora, todo se mueve en un terreno especulativo y que es necesario escuchar todas las posturas antes de avanzar.
El organismo empresarial espera ser convocado por el Ejecutivo estatal para exponer formalmente su posición, aunque reconoce que la decisión final corresponde al Congreso. Recalcó que la industria tiene interés en seguir invirtiendo y generando empleo bien remunerado, recordando que Nuevo León se mantiene por encima del promedio nacional en salarios y en empleo formal, con cerca del 65% de su fuerza laboral en esa condición.
En cuanto al panorama internacional, dijo que la incertidumbre ha contraído el ambiente de inversión a nivel global, pero sostuvo que México ha hecho un buen papel de cara a la revisión del T-MEC. CAINTRA se mantiene optimista de que la región de América del Norte seguirá consolidándose como un bloque complementario y competitivo.
Sobre la nueva Ley General de Aguas, indicó que la discusión generó especulación, pero que al analizar el documento aprobado lo consideran una ley transitable que prioriza el derecho humano al agua. Reconoció que se necesita equilibrio entre garantizar el suministro para la población y asegurar la producción de alimentos, y que el texto aprobado mantiene esa lógica, aunque no satisfaga completamente a todas las partes.
En materia de seguridad, puntualizó que las encuestas previas de CAINTRA habían reflejado retos en policías municipales, los cuales han sido atendidos por el Gobierno del Estado. Destacó que, al menos en las carreteras de Nuevo León, los índices de inseguridad son bajos en comparación con otras entidades. Aunque reconoció desafíos en otros estados, subrayó que en territorio nuevoleonés la labor en seguridad ha sido positiva.
Sobre el cierre económico del año, CAINTRA estima que Nuevo León terminará 2025 con un crecimiento de 2.6% en el PIB manufacturero, por encima del 1.2% nacional. Para 2026, proyectan un crecimiento estatal de 4.8%, frente a un 2% esperado para el país. Sin embargo, advirtió que cualquier incremento en costos, como impuestos, podría modificar el escenario. Explicó que cuando suben los costos las empresas enfrentan dos caminos: frenar inversiones o ajustar precios, lo que reduce competitividad y limita el crecimiento esperado. Por ello, insistió, es crucial mantener un entorno que favorezca la formalidad, la inversión y la expansión económica.
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