La violencia que se vive en distintas regiones del país volvió a encender las alertas en la Cámara de Diputados, donde la legisladora priista Fuensanta Guerrero exigió al gobierno federal una respuesta firme y sin titubeos para frenar el avance de la delincuencia y devolverle a la población condiciones reales de paz.
Desde su posición en la Secretaría de la Mesa Directiva, la diputada zacatecana advirtió que los estados, los municipios y la ciudadanía han quedado expuestos ante una estrategia de seguridad que, aseguró, ha fracasado. Señaló que el actual modelo impulsado por Morena no ha dado resultados y que, por el contrario, la violencia se ha profundizado a lo largo de 2025.
La legisladora calificó este año como uno de los más delicados en materia de seguridad pública, al considerar que el gobierno ha optado por maquillar cifras en lugar de enfrentar la realidad. Afirmó que el país atraviesa una etapa crítica, con hechos de violencia que se repiten en distintas entidades mientras las autoridades federales mantienen, dijo, una respuesta insuficiente.
Como ejemplo del abandono institucional, recordó el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, quien, según expuso, solicitó protección en diversas ocasiones sin obtener una respuesta efectiva. Consideró que ese crimen marcó un punto de quiebre y se convirtió en una imagen simbólica de un país donde levantar la voz o resistirse a los grupos criminales implica un alto riesgo.
Guerrero sostuvo que este tipo de hechos han detonado un creciente hartazgo social, reflejado en las movilizaciones recientes que, según su versión, fueron contenidas con acciones de fuerza por parte de la autoridad. Alertó que al menos una decena de alcaldes han sido asesinados en lo que va del año, dejando en evidencia la fragilidad con la que operan los gobiernos locales.
La diputada subrayó que la seguridad no puede depender de discursos ni de voluntades políticas momentáneas, sino que debe asumirse como una responsabilidad permanente del Estado. Enfatizó que el próximo año debe marcar un cambio real en la estrategia de seguridad y en la aplicación de la ley.
Finalmente, advirtió que, mientras no se aplique la ley con rigor, no exista justicia efectiva y el crimen siga ampliando su control en diversas regiones, la paz seguirá siendo una promesa lejana para millones de mexicanos.
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