La Secretaría de Medio Ambiente del Estado, en coordinación con el Gobierno Municipal de Guadalupe, puso en marcha un programa que marca un antes y un después en la recolección de residuos: la sustitución de carretas de tracción animal por unidades motorizadas, iniciando con la entrega de los primeros incentivos económicos a los recolectores.
El Secretario Raúl Lozano Caballero destacó que el Gobierno del Estado respalda de manera decidida este proceso y llamó a que otros municipios de la zona metropolitana sigan el ejemplo de Guadalupe en materia de bienestar animal y manejo adecuado de residuos. Señaló que la intención no es dejar sin empleo a nadie, sino fortalecer y hacer más eficiente el trabajo que realizan estas familias.
El funcionario subrayó que el objetivo es ordenar la actividad, agilizarla y garantizar la protección de los animales, además de promover espacios adecuados para la disposición final de los desechos conforme a la normativa ambiental.
Este modelo no solo plantea una transición digna para los carretoneros, sino que también pretende romper el ciclo laboral heredado, ofreciendo mejores condiciones para sus hijos e hijas, al tiempo que combate el maltrato animal y favorece la protección del entorno.
Durante el arranque oficial, el alcalde Héctor García entregó los primeros 40 apoyos económicos por 20 mil pesos cada uno, recursos destinados a reparar y poner nuevamente en marcha vehículos motorizados que permanecían detenidos por falta de mantenimiento. Con ello, los recolectores podrán continuar su actividad, si así lo deciden, pero ya sin depender de la tracción animal.
Los caballos utilizados previamente en esta labor quedaron bajo resguardo y protección de Bienestar Animal de Nuevo León.
El Secretario reafirmó la colaboración permanente con el municipio en acciones de saneamiento, recuperación de espacios públicos y manejo integral de residuos, como las intervenciones realizadas en la zona de Las Sabinitas, donde se han retirado cientos de toneladas de basura.
Este modelo de transición ordenada apunta a dignificar el trabajo de los recolectores, fortalecer el tejido social y avanzar hacia una gestión ambiental más sostenible.
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