
La relación entre Washington y Caracas sumó un nuevo episodio de confrontación luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asegurara que fuerzas de su país confiscaron un buque petrolero frente a las costas venezolanas, al que calificó como “el más grande jamás incautado”. Sin ofrecer mayores detalles, el mandatario adelantó que “otras cosas están sucediendo en el Caribe”, en referencia al reciente despliegue militar impulsado por su administración bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
La respuesta del gobierno venezolano no tardó en llegar. A través de un comunicado, la Cancillería denunció que la toma de la embarcación constituye “un robo descarado y un acto de piratería internacional”, acusando a Estados Unidos de intensificar una política de presión orientada a forzar un cambio de gobierno en el país sudamericano.
KNOCKOUT.
— Homeland Security (@DHSgov) December 11, 2025
If you threaten our nation, or break the law, there is no place on land or sea where we won’t find you.
Thank you to the brave service members from @USCG, @ICEGOV, @FBI, @DeptofWar, and @TheJusticeDept. pic.twitter.com/KUCRjES267
Venezuela recordó que no es la primera vez que Trump reconoce abiertamente su interés en los recursos energéticos venezolanos. Señaló que, durante su campaña de 2024, el presidente estadounidense afirmó que su objetivo era apropiarse del petróleo venezolano sin ofrecer contraprestación alguna, lo que, según Caracas, confirma un plan deliberado de despojo y agresión.
La crisis diplomática se agudiza en medio de la recomendación emitida por autoridades estadounidenses a las aerolíneas para evitar el sobrevuelo en espacio venezolano, medida que provocó cancelaciones y la reducción de operaciones internacionales.
Trump declaró que el buque fue incautado “por una muy buena razón” y adelantó que su gobierno planea quedarse con la nave, afirmaciones que elevan el tono del conflicto y mantienen la tensión en la región caribeña. Sputnik
Con información de https://noticiaslatam.lat/
eitmedia.mx




