El concurso europeo de canto, Eurovision, cada vez pierde más apoyo ya que recientemente Nemo, ganador de la edición 2024 con “The Code”, anunció que devolverá su trofeo en protesta por la presencia de Israel en el concurso del próximo año. En una carta publicada en Instagram, el artista suizo y primer ganador abiertamente no binario del certamen, señaló que permitir la participación israelí contradice los valores de “unidad, inclusión y dignidad” que promueve la EBU, especialmente en un contexto en el que la Comisión de Investigación de la ONU acusa a Israel de cometer actos de genocidio en Palestina. Nemo afirmó que enviará el trofeo directamente a la sede de la EBU en Ginebra como señal de rechazo.
La decisión del artista llega después de que la EBU descartara realizar una votación para excluir a Israel, pese a que varios países solicitaron formalmente dicha consulta. En su lugar, la organización anunció “medidas adicionales” para blindar la neutralidad del concurso y evitar la influencia de gobiernos en el voto, una respuesta que no calmó las críticas sobre un posible uso político del certamen. Parte de la molestia surgió tras las acusaciones de que autoridades israelíes intentaron influir en los resultados de la edición previa para beneficiar a su competidor.
Como reacción inmediata, Irlanda, España, Países Bajos y Eslovenia anunciaron que no participarán en Eurovisión 2026, argumentando que su presencia sería incompatible con la crisis humanitaria en Gaza. Más tarde se sumó Islandia, cuyo ente público RÚV afirmó que “no hay paz ni alegría en este concurso tal como están las cosas”, subrayando que la decisión de la EBU ha dividido tanto a las televisoras miembro como al público general. Algunos de estos países también recordaron que habían solicitado formalmente vetar a Israel, una petición que la EBU rechazó.
La EBU, por su parte, ha señalado que respeta las decisiones de los países que optaron por retirarse y que espera su regreso en futuras ediciones. Sin embargo, la ausencia de cinco naciones europeas marca uno de los boicots más significativos en la historia reciente del concurso, que celebrará su edición número 70 en Viena el próximo mayo. A pesar de las protestas, tanto de representantes como de civiles, el concurso que sí “se volvió político” cuando expulsaron desde 2022 a Rusia por la invasión de Ucrania, continúa con los preparativos e Israel, nación no europea y que activamente comete genocidio, sigue dentro de los planes.
Por: Abril Ledesma- eitmedia.mx
Foto: @Eurovision
