
La lluvia lagunera
Todas las tardes en Lerdo, Torreón y Gómez Palacio llueve. La zona de la laguna o comarca lagunera. Famosa por su pasado lacustre (lagunas de Mayrán y Viesca) y su fuerte desarrollo económico en agricultura, ganadería y manufactura.
Sus habitantes acostumbrados al temporal de tierra. Encomendados al Cristo de las Noas. Cuide de polvear la nariz en las calles previas. Malandros vienen. Policías ni siquiera suben. Donde manda el PRI no gobierna MORENA. En los puntos de venta la comitiva malandra.
Ahora estamos mejor a nunca antes. Según el santo evangelio de Samuel Alejandro García Sepúlveda. En el 2026 llegará el mundial. El 81% de la población de Nuevo León disfruta del aire más contaminado.
Sale a correr con las bendiciones de Ternium, Zinc Inc, Protexa. Los pasillos de la muerte perenne en Mina. Ni siquiera nuestra lluvia de agua de temporal. Nada desciende de gracia.
Hemos sido desafiados por patanes sin lucides. Antologadores de verbenas sinvergüenzas. A Monterrey le hace falta vergüenza. No anuncios solicitando candidatos a competir por el PAN.
Los ciudadanos al poder. Coletazo pasar. El auto sucumbe. Ahora recuerdo la alergia a la política. Cuanta suciedad. Podredumbre desde los altos hornos. Muero cada día en este esperpento de cosmópolis.
Admiramos la fortaleza del estado invisible de La Laguna. Belleza a destiempo. Incluso el abuelo probó suerte en el Siglo. Otra fuese la meta o la existencia de quien escribe las líneas decorosas del desamparo.
Viene la multitud de festividades. El cristal del frenado en seco de los corazones rotos.




