
La Universidad de Monterrey celebró la graduación más numerosa de su historia al reunir a mil 501 estudiantes de profesional y posgrado en la ceremonia del Commencement UDEM Otoño 2025, un encuentro marcado por mensajes de reflexión, agradecimiento y responsabilidad social.
El periodista Jorge Ramos, orador huésped, convirtió su participación en una invitación directa a la generación para que enfrente el futuro con sentido crítico, conciencia del tiempo y compromiso con la verdad. Recordó su propia historia como inmigrante y las razones que lo llevaron a dejar México. En su mensaje resaltó que “la vida se va de volada” y exhortó a los jóvenes a dedicarse “a lo que más les gusta hacer”, convencido de que esperar es una mala decisión. Les pidió evitar la indiferencia frente a los abusos y recordó que, como señaló Elie Wiesel, “la neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima”.
La ceremonia se realizó en un domo instalado en los jardines de El Solar, donde las y los graduados desfilaron portando los estandartes de sus Escuelas y Facultades, arropados por familiares, profesores y directivos universitarios. Durante tres días se llevaron a cabo seis ceremonias académicas que concluyeron en este acto conjunto, en el que también participaron consejeros, benefactores, decanos, directores de departamento y docentes.
El programa incluyó el reconocimiento Summa Cum Laude para tres alumnas que obtuvieron el máximo honor académico: Abril Monserrat Paul Pérez, de Derecho; Daniela Villarreal Rodríguez, de Ingeniera Industrial y de Sistemas; y Natalia Zertuche Maldonado, de Educación y Psicopedagogía. Las tres hicieron sonar la campana Vox Veritatis como símbolo del cierre de su trayectoria universitaria.
Ramos retomó episodios de su carrera para subrayar la relevancia de contrastar la información en tiempos de desinformación. Relató el impacto que tuvo en él leer una nota falsa sobre su propia muerte y afirmó que, ante la proliferación de noticias falsas, “todos debemos ser un poquito periodistas y checar nuestras fuentes para descubrir la verdad”. Añadió que hay momentos en los que no se puede guardar silencio, evocando sus confrontaciones con figuras políticas como Donald Trump, Nicolás Maduro y Andrés Manuel López Obrador.
El presidente del Consejo UDEM, Álvaro Fernández Garza, recordó que esta generación inició sus estudios en plena pandemia y se sobrepuso a los desafíos de aquel periodo. Destacó que los egresados concluyen su formación con los principios de Humanismo, Apertura y Servicio, valores que representan la esencia de la institución. Invitó a los jóvenes a buscar la excelencia, involucrarse en sus comunidades, mantener equilibrio personal y profesional, y ser agradecidos con quienes los acompañaron.
Sofiann Leguz Gutiérrez Caraveo, de Psicopedagogía, habló en representación de sus compañeras y compañeros. Pidió que cada uno viva su profesión con humanidad y vocación de servicio, convencida de que el conocimiento solo cobra sentido cuando se pone al servicio de los demás. Recordó los inicios entre pantallas, cubrebocas e incertidumbre, y celebró la capacidad de adaptación y perseverancia que la generación demostró hasta llegar a este día.
En la misma jornada, el rector Mario Páez encabezó el rito de cambio de borla e invitó a los nuevos profesionistas a conducirse con ética y a mantener vivo el compromiso con los valores de la institución, simbolizado también en el intercambio de fistoles que los integra a la comunidad ExaUDEM.
La celebración concluyó con una misa presidida por el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, quien llamó a las y los graduados a mirar su camino con esperanza, a mantener alternativas frente a los retos y a confiar en que cada etapa viene acompañada por nuevas posibilidades. Recordó que la vida requiere planes flexibles y que cada decisión debe ir guiada por principios sólidos.
Entre estandartes, aplausos y abrazos, la generación Otoño 2025 dejó atrás su etapa universitaria con la certeza de que comienza un ciclo lleno de desafíos y oportunidades, marcado por los llamados a la verdad, al servicio y a la responsabilidad que escucharon en su día de graduación.
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