
Entre rumores, silencios y viejas cuentas: el relevo que agita la Tesorería estatal
Mientras muchos afinan los últimos detalles para la cena navideña, en el Palacio de Gobierno comenzó a calentarse otro tipo de horno: el de las versiones sobre la inminente salida de Carlos Garza Ibarra de la Tesorería Estatal y el posible ascenso de Ulises Carlín de la Fuente como encargado del despacho. Una pieza mayor del gabinete estaría por moverse, y en el Congreso ya toman posiciones sin que nada haya sido confirmado.
En los pasillos legislativos prevalece la cautela, pero también la memoria. Carlos de la Fuente Flores, coordinador del PAN, dejó claro que no darán ningún paso hasta escuchar de manera formal al Ejecutivo. Mientras tanto, reconoció que la relación con Ulises Carlín tiene historia y matices. “Nosotros estaremos esperando la notificación oficial de parte del Ejecutivo y en base a eso pues tomaremos una decisión, mientras tanto todo es especulación”, dijo el panista, quien evitó sumarse a las versiones que corren en la esfera política.
Sobre el posible relevo, el legislador recordó que el trato con Carlín fue, en tiempos del gobierno de Jaime Rodríguez, de apertura y diálogo, aunque aceptó que después vino un periodo complicado por los litigios que enfrentaron ante la Suprema Corte. “Siempre hemos estado en diálogo con todos los funcionarios”, subrayó, dejando la puerta abierta a retomar una relación funcional.
El contraste entre aquel pasado más terso y el clima actual fue inevitable en sus declaraciones. “Desgraciadamente hay algunos que les gusta politizar sus decisiones y con ellas no hemos tenido buena interlocución, y esa parte le tocará al licenciado Ulises si quiere tener buena relación con el Congreso”, apuntó. Ahí mismo recordó que, pese a los roces, hubo un tiempo en el que Carlín “era un buen interlocutor”, y manifestó su expectativa de que retome esa actitud si llega finalmente al cargo.
Por ahora, el movimiento en la Tesorería sigue siendo un rumor fuerte, pero rumor al fin. Será cuestión de horas o días para que el Gobierno estatal confirme o desmienta lo que ya parece asumido en varias bancadas. Mientras tanto, entre cenas, pavos y sobremesas, la política neolonesa vuelve a demostrar que ni en Navidad se detiene.
Por lo pronto, Feliz Navidad .




