Los vasos de plástico resultan emblemas de resistencia. Trofeo conformidad. Impresos llevan el nombre del cartel de los protagonistas. La estatua de Luis Carvajal y de la Cueva en la glorieta. El monumento mira hacia la popular, tradicional y siempre vilipendiada colonia Independencia y hacia la Alfonso Reyes, conocida entre los habitantes de la parte alta de la sierra de la loma larga como La Risca.
Mencionan desde la alcaldía la donación de cientos de miles de pintura. Despojada de lo gris, para subir por las escalinatas usan burros. No ha cambiado. Así seguirán las familias cargando los géneros hasta las viviendas.
El domo del cine Rio 70 recuerda las funciones cinematográficas. Orgullo octagonal de plafones armados. Resulta poderoso encontrarse en los estertores del cambio de año. Aquí están El Gran Silencio, Los Estrambóticos, Cabrito Vudú, Skaterrestre y Ilihe.
Venue inverso. Pasa del estacionamiento al interior. Las butacas para el baile resultan impedimento. Dos zonas. La Fan y la General. Dos precios. Quienes convocan conocen de costos de evento. Ska y ritmos de fusión.
Desde la dulcería algunos compran palomitas, nachos con queso y frozen drinks endulcorados. Congele el cerebro ahora. La música lo devolverá a la realidad.
Los datos dicen capacidad para 1200 personas. Aquí somos mayoría con media de edad de 35. Madre e hija interrumpen la visibilidad. Paciencia. Visten con playeras de equipos de futbol profesional. Conocen las letras de los Skaterrestres. Son las 19 horas y ellos continúan con la presentación. Cabrito Vudú nos gusta, lo mencionó en vida Armando Vega Gil, una tarde de verano en las playas de Sonora. Mientras paseaba con la remera del demonio impreso al frente.
Comprada en el toquín del Mercado Juárez. La Verbena Popular, Genitallica, Inspector y Plomo apadrinaron el evento. Ya pasaron 20 años o más.
El top creativo del Cabrito resulta atronador. Compacto y bien armado. Tatuajes de Pólvora. Poco queda de aquellos estudiantes de la FAV. Aun mantienen la flama encendida de hacer del sonido la manifestación del arte.
Capitalinos hasta la inconciencia, Los Estrambóticos recrean el aguante al establishment. Más cerveza para la cabeza y el dolor. Disfrutables de principio a fin. Pinocho no es retórico. Compañeros musicales de una escena cada vez menos optimista.
Señor locutor quiere hacerme el favor de decirme que hora son. Las 23 horas. Gracias muchas gracias y que siga la música en radio recuerdo canal 86, en Monterrey.
El Gran Silencio cada vez más extendido. De éxitos a los lados B. Quien no baile pase a desocupar la sala de cine habilitada a escenario.
Marquesina con el nombre de la notable institución de la zona aledaña al Topo Chico por el lado de Monterrey. Desfilan las imágenes de apoyo. IA. Gabriel Dueñez, el acordeonero, Celso Piña. Pasa la media noche.
Recuerdos de hojas sueltas. Aquella bailo terapia en la Monumental al lado de Los Montañeses del Almo, Celso Piña y el Ronda Bogotá junto a los libres y locos del Gran.
La dulcería desde hace una hora apagó los servicios de venta. La última del año es la primera previa del 2026.
Por: Dr. Gerson Gómez
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