Santiago cerró el 2025 con una disminución sostenida en su incidencia delictiva, un balance que el alcalde David de la Peña Marroquín presentó este martes al encabezar la última reunión de seguridad del año. El informe municipal confirmó que los delitos patrimoniales y la violencia familiar registraron su nivel más bajo en el periodo reciente.
De acuerdo con la revisión comparativa, el total de robos mostró una caída constante desde 2022, cuando se contabilizaron 202 casos, hasta los 122 alcanzados este año. Entre las reducciones más claras se encuentra el robo a casa habitación, que pasó de 93 reportes en 2022 a 55 en 2025. La misma tendencia se reflejó en el robo a negocio, que bajó de 43 a 24, y en el robo de vehículos, con una reducción de 34 a 20 en el mismo lapso.
El comportamiento descendente también alcanzó a otros delitos: las denuncias por robo de autopartes disminuyeron de 15 en 2023 a 6 este año; el robo a persona pasó de 10 casos en 2022 a 8 en 2025; y los cristalazos, que en 2024 sumaron 23, quedaron en 9 durante este cierre de año. La administración subrayó además que en 2025 no se registraron robos en escuelas, instituciones públicas ni de placas vehiculares.
En materia de violencia familiar, el municipio reportó una baja respecto a 2024, al pasar de 150 a 135 incidencias, una cifra que las autoridades consideran significativa en comparación con el comportamiento anual previo.
El balance anual también incluyó la disminución de reportes por ruido excesivo, un problema que históricamente presionó a la autoridad municipal. Gracias al programa “Súbele al Orden, Bájale al Volumen”, implementado desde la primera gestión del alcalde, los reportes se redujeron de manera marcada: de 723 en 2022, a 267 en 2023, 196 en 2024 y 152 en 2025.
El gobierno municipal sostuvo que estos resultados responden a una estrategia que buscará mantenerse y ajustarse en 2026 para consolidar la tendencia a la baja en toda la ciudad.
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