La marea alcalina
Acostumbró con su pensamiento rupestre al país. Lo hizo durante su mandato. El triunfo en las urnas fue el resultado del hartazgo nacional.
El expresidente Vicente Fox representa la disrupción del PRI. Cambió el milenio y el PAN se hizo del control. Exhibido por sus torpezas diplomáticas, Fidel Castro, dueño de Cuba, liberó los audios de una manera concreta, el servilismo mexicano ante los Estados Unidos de América.
Es Fox y no el uso continuo de los antidepresivos, el impostor de la democracia. Sus artimañas pusieron de cabeza al país del 2000 al 2006. Incluso al seleccionar a un sucesor tan débil como Felipe Calderón Hinojosa.
Debió entregar el poder por la puerta trasera. La elección de estado le costó miles de millones de pesos a la nación. Reforma tomada y todas las calles rumbo a Palacio Nacional.
Vicente Fox Quesada, el guanajuatense, tan poco claro en sus ideas, se deja llevar por las ocurrencias. Su centro de investigaciones funciona como pantalla para los negocios de Paradise, la franquicia de venta de productos relacionados con la mariguana.
Desde el exilio interior, poco le aporta a la candidata de la oposición, del frente del PRIANRD. Senil, necio y bárbaro, es el tío rezongón, avenido a menos, fruto y consecuencia de una época ya rebasada.
Escribe en sus redes sociales, marea alcalina, mal del puerco, pesadez en el estómago, cuando los alimentos ya cayeron en el estómago.
Soñoliento, truhan e impostor, lengua larga, acomete a la discreción de la ceguera mental. Luego, sin duda, se regocija en los brazos de su esposa, quien le apapacha por su visión progresista falsa, tan necesaria e inútil, para la democracia en el estado mexicano.