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El 2024 será fundamental en México: ¿podrá continuar el proyecto de AMLO?

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México se aproxima a un año clave para su futuro político: en 2024 el país tendrá elecciones presidenciales en las cuales estará en juego la continuidad política de Morena, el partido fundado por el presidente López Obrador, además de que todo pinta para que los mexicanos tengan a su primera presidenta en la historia del país.

El Proceso Electoral 2023-2024 es el más grande que ha tenido México. Se celebrarán elecciones federales y la concurrencia de las 32 entidades federativas. De acuerdo con información de Instituto Nacional Electoral del país (INE), el próximo año el país renovará a sus 500 diputados, 128 senadores, nueve estados elegirán gobernador y se votará el cargo más importante: la Presidencia del país.

Si bien las elecciones de 2018 fueron históricas en varios sentidos, empezando por el hecho de que el país viró por una opción de izquierda al elegir a Andrés Manuel López Obrador como mandatario, quien además pasó a la historia como el presidente más votado, la elección de 2014 no es menos importante.

¿Habrá continuidad?

El próximo electoral, México decidirá si la llamada Cuarta Transformación (4T), como se autodenomina el Gobierno en turno de Andrés Manuel López Obrador, seguirá al mando del país. Pero aunque la Presidencia es el cargo más importante, no es el único que podría definir el rumbo de la nación.

Va a ser un año fundamental en la política reciente mexicana”, sentencia el politólogo Javier Contreras en entrevista con Sputnik. “Tenemos elecciones presidenciales, pero no solamente eso; se van a renovar miles de cargos de elección popular y posiblemente lo que más nos llega a interesar, además del Ejecutivo, es el Legislativo, es decir, la renovación de ambas cámaras del Congreso, lo que nos daría para entender una reconfiguración del poder político”, agrega el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Contreras explica que el cambio que viene el Congreso es también fundamental puesto que al menos los primeros tres años de su Gobierno, López Obrador gozó de mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, lo que le permitió sacar avante varias de sus propuestas legislativas.

“Se antoja complicado que Claudia Sheinbaum (su posible sustituta si es que Morena gana la elección) goce de la mayoría de la que gozó López Obrador, por lo que veríamos ahora un panorama político más agreste, más complicado, en tanto la negociación política”, apunta.

Para el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM David Morales, el panorama político para México se encuentra polarizado, puesto que solamente hay dos escenarios posibles: que gane Claudia Sheinbaum por Morena, o que gane Xóchitl Gálvez, la abanderada del Frente Amplio por México que aglutina al PRI, al PAN y al PRD, partidos que en 2022 incluso acordaron que sus militantes no iban a dar voto alguno a las reformas propuestas por Morena.

“Estamos en un contexto de polarización y son dos bloques claramente definidos los que están compitiendo por la Presidencia; unos por la continuidad y los otros apuestan a canalizar este el descontento que pudiera haber del Gobierno de López Obrador”, señala en charla con este medio.

El adiós de AMLO

En varias ocasiones, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que, cuando termine su mandato en 2024, cerrará un ciclo y se retirará de la política nacional.

“No vuelvo a ser candidato a nada, ya no puedo más, cierro mi ciclo y me retiro”, declaró el mandatario en febrero de 2022. “Ya no voy a ejercer el noble oficio de la política porque, cuando yo termine, me retiro, me jubilo y ya no vuelvo a participar en nada que tenga que ver con la vida pública. Ni conferencias, ni visitas a ningún estado ni fuera del país, ni ningún cargo, nada, nada, nada, ni siquiera honorífico”, agregó.

Al respecto, el profesor Javier Contreras aseveró que valdría la pena revisar la base ideológica de las personas que forman parte Morena, puesto que a partir de ello se definirá qué tipo de dirección se le va a dar una vez que López Obrador se retire de la vida pública de México.

“Creo yo el obradorismo hoy en día se puede parecer mucho al peronismo y podría tener una especie de voz moral que guía a los adeptos y a los militantes de Morena, los simpatizantes para ser tal o cual cosa, o rechazar tal y cual”, asevera.

México tendrá presidenta

Si en México no acontece nada extraordinario, el país tendrá su primera presidenta en toda su historia.

Este hecho, asegura David Morales, es relevante no solo para el país, sino también para el mundo, en cuanto a la participación política de las mujeres, un sector que en México no tuvo derecho al voto sino hasta 1953.

Asimismo, señala, en términos sociales el hecho de que una mujer gobierne el país podría “mejorar condiciones como lo es la distribución del ingreso en los puestos de influencia, o los puestos más importantes que son puestos de decisión política y económica”.

Para Javier Contreras el hecho de que una mujer por fin llegue al puesto máximo de la vida política mexicana será un hecho que, sin duda, marcará a la nación.

“Me parece que el gran triunfo de la política mexicana sin importar el color partidista. En este momento sería no sólo sería importante la victoria para una mujer, sino la trascendencia que esta victoria va a tener para las futuras elecciones y para la toma de decisiones políticas en los años por venir”, asegura.

Pero esta no es la primera vez que una mujer se postula a la presidencia de México. Quien inauguró las candidaturas femeninas en la república latinoamericana fue la activista Rosario Ibarra de Piedra, en 1982, año en que triunfó el oficialista candidato del PRI Miguel de la Madrid. El proceso fue descrito por la novelista y periodista mexicana Elena Poniatowska en su libro Domingo siete.

En 1982, Ibarra recibió el 1,84% de la votación y repitió en los comicios de 1988, cuando alcanzó el 0,39%. En ese proceso electoral, terminaría por apoyar al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en su acusación de fraude electoral, que llevaría a la conformación del PRD, entonces de izquierda radical opositora. En 1994, el siguiente sexenio, Cecilia Soto y Marcela Lombardo contendieron por el ejecutivo federal y obtuvieron 2,75% y 0,47% de los sufragios. Todas esas votaciones las ganó el entonces hegemónico PRI.

En 2006, Patricia Mercado fue candidata a la presidencia y obtuvo el 2,78% de los votos, mientras que Josefina Vázquez Mota, quien se postuló en 2012, obtuvo 26,1% de los sufragios, según un recuento del medio El Economista.

Fuente:https://sputniknews.lat

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