El conflicto en curso entre el Partido Acción Nacional y Manolo Jiménez es una demostración del tipo de acuerdos y corrupción que tienen lugar entre los militantes albiazules y tricolores.
Así lo expuso el gobernador Samuel García luego de que se diera a conocer que la dirigencia nacional del PAN exigió a Manolo Jiménez, gobernador priista de Coahuila, que el candidato a la alcaldía de Torreón fuera un panista.
En su publicación, García hace referencia a un documento difundido por Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, en el que se revela que el acuerdo entre dicho partido y Jiménez rumbo a las elecciones locales incluye la especificación de colores en una serie de puestos de distintas dependencias y órganos del Gobierno coahuilense.
“Marko Cortés presentó la prueba de que la alianza del PRI y PAN es para compartir negocios, poder e impunidad”, escribió el mandatario neoleonés en redes sociales etiquetando al líder albiazul.
“En Coahuila llegaron al extremo de repartirse notarías, magistrados, oficinas de recaudación y hasta directores de escuelas. Los mismos corruptos de siempre se repartieron, entre ellos mismos, las candidaturas”, agregó.
La citada disputa entre priistas y panistas se desprende a partir de que, según Jiménez, el acuerdo respecto al candidato a la alcaldía de Torreón requería que el PAN tuviera al menos un 20 por ciento de votos en el 2023, condición que fue desconocida por Cortés.
“Esta es la alianza que armaron Claudio X. González, Alejandro Moreno Cárdenas, Marko Cortés y que encabeza Xóchitl Gálvez Ruiz. Ellos son los que impidieron que yo fuera candidato a presidente”, enfatizó García en su mensaje.
“Ellos son, ni más ni menos, la vieja política. La buena noticia es que, con la ayuda de todos, en junio, los vamos a sacar de Nuevo León y de México”, concluyó.
Por: Paula Román – eitmedia.mx
