Ginebra (Suiza).- La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa, por sus siglas en inglés) tendrá que cerrar sus operaciones antes de finales de febrero si los países que la apoyaban no reanudan la financiación, afirmó este jueves el comisario general del organismo, Philippe Lazzarini.
La Unrwa recibió información de Israel sobre la presunta participación de algunos de sus empleados en el ataque del movimiento palestino Hamás contra el país hebreo el pasado 7 de octubre y decidió rescindir sus contratos con ellos.
“Me uno al llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, para que se reanude la financiación de la Unrwa. Si la financiación permanece suspendida, es probable que nos veamos obligados a detener nuestras operaciones para fines de febrero no solo en Gaza, sino en toda la región”, expresó Lazzarini en un comunicado.
El comisario general recalcó que los funcionarios del organismo, sospechosos de estar involucrados en el ataque contra Israel, serán juzgados si se demuestra su culpabilidad.
Sin embargo, Alemania, Australia, Canadá, Finlandia, Italia, el Reino Unido y varios otros países ya anunciaron el cese de la financiación.
Lazzarini expresó su convicción de que “es hora de fortalecer, no debilitar” a la agencia mientras las hostilidades en Gaza continúan, dado que la Corte Internacional de Justicia pide más ayuda humanitaria para el enclave.
Según el comisario general, en toda la Franja de Gaza, casi dos millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, dependen de la agencia para sobrevivir, ya que les proporciona lugares de refugio, asistencia alimentaria y atención primaria de salud.
“La agencia sigue siendo la mayor organización de ayuda en una de las crisis humanitarias más graves y complejas del mundo”, agregó.
El pasado 7 de octubre, Hamás lideró un ataque a más de 20 comunidades israelíes causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a 253 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
Los ataques israelíes dejaron hasta la fecha más de 27.000 muertos y unos 66.100 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 136 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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