Ciudad de México.- La Junta de Gobierno del Banco de México acordó este jueves por unanimidad mantener sin cambio la tasa de interés en 11,25 por ciento, establecida en mayo del año pasado y que es la más alta desde 1994.
“Con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad conservar la Tasa de Interés Interbancaria a 1 día a un nivel de 11,25 por ciento”, anunció el órgano rector del banco estatal autónomo en un comunicado sobre su primera decisión de política monetaria en 2024.
La inflación general en la mayoría de las economías avanzadas mostró un ajuste al alza debido a presiones en los precios de energéticos, según la decisión adoptada.
“Se estima que durante el cuarto trimestre de 2023 la actividad económica global se haya expandido a un ritmo más moderado que en el trimestre anterior, si bien continúa resiliente”, prosigue el análisis.
Los bancos centrales de las principales economías mantuvieron sin cambio sus tasas de referencia, como lo hace la entidad mexicana.
“Entre los riesgos globales destacan el agravamiento de las tensiones geopolíticas, la prolongación de las presiones inflacionarias, condiciones financieras apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera”, prosigue el texto de los banqueros estatales.
En México, el peso se apreció ligeramente, y la economía exhibió un crecimiento robusto en 2023, “si bien en el cuarto trimestre registró una desaceleración mayor a la prevista”.
La Junta de Gobierno de Banxico prevé que un proceso desinflacionario continúe, “ante la postura de política monetaria y la mitigación de los choques derivados de la pandemia y de la guerra en Ucrania”.
Estas previsiones están sujetas a seis riesgos, al alza: persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; mayores presiones de costos; que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada; afectaciones climáticas; y escalamiento de conflictos geopolíticos.
Por otra parte, la inflación a la baja está sujeta a tres factores “una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos; que los niveles más bajos del tipo de cambio respecto a los primeros meses del año pasado contribuyan más que lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación”.
Banxico considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.
PRONÓSTICOS DE INFLACIÓN
Desde la última reunión de política monetaria, la inflación general anual exhibió un ajuste al alza, y en enero de 2024 se ubicó en 4,88 por ciento, arriba de la meta de las autoridades monetarias que es un rango de dos a cuatro por ciento.
“Las expectativas de inflación para el cierre de 2024 registraron incrementos. Las de mayor plazo permanecieron relativamente estables en niveles por encima de la meta”, indica el análisis de los gobernadores de Banxico.
Los pronósticos para la inflación general se revisan ligeramente al alza en el corto plazo y el índice de precios al consumidor sólo entrará en el rango de la meta a mediados del próximo año.
“Choques de oferta en algunos productos particulares del componente no subyacente explican fundamentalmente este ajuste. No obstante, se sigue anticipando que la inflación general converja a la meta en el segundo trimestre de 2025”, indica el pronóstico.
La Junta de Gobierno evaluó los efectos de los choques sobre la inflación y sus determinantes, así como el comportamiento de las expectativas de mediano y largo plazos y el proceso de formación de precios.
Reconoció el proceso desinflacionario en el país, “no obstante, estimó que el panorama sigue implicando retos”.
La analista Gabriella Siller, directora de análisis del Grupo Financiero Banco Base expresó vía telefónica a la agencia Sputnik su interpretación de los cambios en el lenguaje utilizado en la decisión de política monetaria.
“Del comunicado de Banco de México, se observa un cambio en los riesgos para las previsiones de inflación (…) se agrega en específico afectaciones climáticas como riesgo y escalamiento de conflictos geopolíticos”, estima la experta del banco privado.
Ambos riesgos, el impacto del cambio climático y conflictos internacionales “pueden incidir en mayores precios de las mercancías pero, en el caso de los conflictos geopolíticos también pueden impactar en otros costos, por ejemplo los costos de transporte”, agrega la analista.
Siller considera que “a nivel interno destaca el alto déficit presupuestario, el alza en los salarios contractuales derivados del aumento en el salario mínimo, la inseguridad pública y la depreciación del peso”.
El Banco de México muestra un poco más de cautela para iniciar los recortes en la tasa de interés de referencia, que se mantuvo en un máximo de 11,25 por ciento a lo largo 2023 para contener la inflación, ante los mencionados riesgos al alza que persisten.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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