Santa Catalina de todos los mártires
Desde la puerta de Monterrey, al descenso de la carretera a Saltillo, nos recibe la nata amarilla de contaminación.
Su denominación original nos hablaba de una mártir del cristianismo. Por décadas, fue el municipio del saqueo de la CTM. Ninguna voluntad pasaba sin la anuencia del mandamás.
Raúl Caballero García, desaparecido ya, negociaba con el gobernador en turno a quien de todos los lideres sindicales, de sus agremiados, debía de pasar a encabezar los designios de Santa Catarina, como se le terminó nombrando al territorio.
Las partes alejadas, la López Mateos, la zona rural de la Huasteca aseguraban al candidato oficial la cantidad de votos necesarios para mantener la maquinaria electoral aceitada.
Votantes carrusel, fallecidos desde años atrás y la simplicidad agachona de los sindicatos, le aseguraban a Don Raúl el continuo flujo de obra pública para sus allegados. También la poca transparencia de los fondos municipales. Además de su cercanía con el líder nacional Fidel Velázquez Sánchez, quien acuñó la frase de quien se mueva no sale en la foto.
De municipio dormitorio, como lo continua hasta el día de hoy, las malas cuentas del voto en tropel le permitieron al PAN acceder al coto cetemista. Algunas elecciones amañadas le devolvieron un trienio, el poder al PRI.
Hoy Santa Catarina, quien en la elección del 2021 voto por el PAN con el candidato Jesús Nava, impuesto por sus liderazgos orgánicos.
Nava, de ser director del DIF, arropado por su aparente sencillez y religiosa fidelidad, dobló la rodilla a la fragilidad financiera y ahorcamiento gubernamental de Samuel García Sepúlveda.
Intenta, después de dividir los liderazgos tradicionales del PAN, en territorio de Movimiento Ciudadano. Lo apoyan los vecinos de Valle Poniente. Algunas lideresas desplazadas en colonias populares.
La promesa de chamba por TESLA. Proyecto para el corredor automotriz desde Ramos Arizpe hasta San Antonio Texas.
A Jesús Nava lo mueve, como lo hacen muchos afiliados a MC, la supervivencia política. Se ve como Diputado Federal, Senador y hasta Gobernador de Nuevo León.
En el ajedrez de intención de voto, en la torre administrativa y en cada una de las secretarias municipales, lo saben frágil, petulante y doble cara.
A eso deben apostar la tropa tradicional del PAN.
