Novak Djokovic siempre tiene una vida más y esta vez sobrevivió a un susto en la primera ronda en su regreso a la competición en el BNP Paribas Open el sábado. El serbio debió trabajar para pasar al australiano Aleksandar Vukic, No. 69 del mundo, por 6-2, 5-7 y 6-3.
Djokovic volvió a jugar por primera vez desde su derrota en semifinales ante Jannik Sinner en el Abierto de Australia a finales de enero. Pero tras un firme inicio, el cinco veces campeón de Indian Wells se vio obligado a aumentar su agresividad a medida que avanzaba el partido para hacer frente a la derecha de Vukic, que a menudo dictaba el juego. Así, Djokovic encontró el camino desde el fondo de la pista y logró el break decisivo en el quinto juego del tercer set, antes de cerrar el partido tras dos horas y 10 minutos de competición.
“Cinco años es bastante tiempo para un tenista profesional, pero al mismo tiempo jugar aquí la última vez en 2019 se sintió como si fuera ayer”, dijo Djokovic.
“Conecté con el público y con todos los que no había visto en cinco años muy rápidamente. Viene mucha gente a los entrenamientos, no solo a los míos. Es increíble ver tanta pasión, respeto y aprecio por el tenis y los tenistas. Es increíble estar en el Paraíso del Tenis”, dijo el No. 1 del mundo.
Djokovic, poseedor de un récord de 40 títulos ATP Masters 1000, sumó su victoria No. 400 en ese nivel, uniéndose a Rafael Nadal (406) como los únicos jugadores que han alcanzado ese hito.
En su regreso al torneo californiano tras cinco años de ausencia, Djokovic intentará conquistar su sexto título en Tennis Paradise, lo que le convertiría en el tercer jugador en alcanzar las 1.100 victorias, siempre que no se produzcan derrotas.
Vukic tuvo un mejor resultado en los largos peloteos contra Djokovic, con 19 golpes ganadores desde la línea de fondo frente a los 13 de Djokovic, incluidos 18 desde la derecha. Pero Djokovic ganó el 83% de los puntos con su primer saque y se abalanzó sobre el segundo servicio de su rival, limitando a Vukic a ganar sólo el 27% de los puntos de segundo servicio.
Djokovic elogió el atrevido planteamiento de Vukic. “Ha jugado de forma increíble y se merece todo el crédito y los aplausos”, declaró Djokovic. “El público apreció mucho su tenis y la calidad fue realmente alta. Jugó unos golpes de derecha demoledores y unos saques aplastantes. Era difícil pasar por encima de él”.
“Iba a por todas y la pelota entraba. Me las arreglé para descifrar por donde ir en el tercer set y, una vez que le rompí el saque, sentí que había mejorado un poco y terminé el partido con estilo”.
El jugador de 36 años, que ha pasado un récord de 415 semanas en el No. 1 del FIP ATP Rankings, ganó por última vez el BNP Paribas Open en 2016, cuando levantó el trofeo por tercer año consecutivo. El serbio se enfrentará a continuación al lucky loser italiano Luca Nardi, que derrotó al chino Zhang Zhizhen por 6-3, 3-6 y 6-3.
