Washington.- Investigadores respaldados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EU no encontraron evidencia significativa de lesión cerebral en casos del llamado síndrome de La Habana, según un estudio publicado este lunes en la revista especializada Journal of the American Medical Association.
“En este estudio exploratorio, no hubo diferencias significativas entre los individuos que informaron incidentes anómalos de salud y los participantes de control emparejados con respecto a la mayoría de las medidas clínicas, de investigación y de biomarcadores, excepto las medidas objetivas y autoinformadas de vértigo y síntomas de fatiga, estrés postraumático y depresión”, informaron los investigadores.
El Gobierno de EU y personal relacionado a la administración han informado casos del síndrome de La Habana, también conocido como incidentes de salud anómalos, desde 2015.
Los síntomas informados incluyen mareos, dolor, problemas visuales y disfunción cognitiva, después de sonidos intrusivos y presión en la cabeza.
En el estudio, realizado entre junio de 2018 y julio de 2022, participaron 86 funcionarios del Gobierno de EU y sus familiares de lugares como Austria, China y Cuba, así como 30 participantes de control, también empleados de la administración que no habían informado de incidentes anómalos.
Los participantes se sometieron a una batería de análisis clínicos, auditivos, de equilibrio, visuales, neuropsicológicos y de sangre, así como también de biomarcadores y resonancias magnéticas para investigar volumen, estructura y funciones del cerebro.
“Si bien no identificamos diferencias significativas en participantes con incidentes anómalos de salud, es importante reconocer que estos síntomas son muy reales, causan alteraciones en la vida de aquellos afectados y pueden ser prolongados, incapacitantes y difíciles de tratar”, dijo Leighton Chan, médico e investigador científico del Centro Clínico de los Institutos de Salud y autor principal de uno de los estudios publicados sobre el tema.
Los investigadores señalaron que si los síntomas fueron causados por algún fenómeno externo, no tienen cambios patofisiológicos persistentes o detectables.
Además, es posible que los marcadores fisiológicos de un fenómeno externo ya no sean detectables o no puedan identificarse con las metodologías y el tamaño de muestra actuales.
Diplomáticos estadounidenses fueron diagnosticados por primera vez con el síndrome de La Habana en Cuba en 2016 y luego en China en 2018.
El personal dijo que experimentó sonidos penetrantes que habían causado efectos en su salud a largo plazo.
Posteriormente, diplomáticos estadounidenses en Rusia, Tayikistán, Austria y en varios países africanos también reportaron síntomas compatibles con el síndrome de La Habana, incluyendo náuseas y mareos.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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