El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la reforma a las pensiones es una manera de enmendar un daño causado por gobiernos neoliberales que le antecedieron.
“Es un asunto para beneficiar a millones de trabajadores. Es una reforma para corregir un agravio, un daño causado en el período neoliberal. Tanto con [Ernesto] Zedillo como con [Felipe] Calderón, se modificó la Constitución para que los [empleados] no recibieran su sueldo completo al jubilarse”, recalcó en conferencia de prensa.
Asimimo, el mandatario celebró la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados (Cámara baja) mexicana, hecho que calificó como “muy bueno”.
El 22 de abril, los diputados avalaron la reforma con 252 votos a favor, 212 en contra y cuatro abstenciones, en la que se plantea modificar la Ley del Seguro Social y crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar. Tras esta acción, el dictamen fue turnado al Senado de la República para su discusión.
¿De qué trata el proyecto?
La estrategia planteada por el Gobierno de López Obrador busca que se complementen las pensiones de los trabajadores que se jubilen bajo el sistema de Afore y teniendo 65 años. Para esto, se obtendría dinero de diversas fuentes, entre ellas, del Fondo de Pensiones para el Bienestar.
A su vez, ese proyecto iniciaría en mayo con apoyo de fondos semilla, refirió el subsecretario de Hacienda de México, Gabriel Yorio, en Bloomberg Línea.
Con esas acciones, los empleados mexicanos podrían recibir la totalidad de su salario como pensión, tras retirarse de la vida laboral.
No obstante, esto no es tan sencillo. En entrevista previa para Sputnik, el profesor de economía del Tec de Monterrey, Francisco Rueda, destacó que es muy complicado que la propuesta sea viable, ya que, en la actualidad, ninguna nación del mundo logra cubrir al 100% el dinero que las personas reciben cuando dejan de laborar. La tasa de reemplazo actual para los trabajadores mexicanos es, en promedio, de 72%.
“Es muy difícil por varios factores, entre ellos, de orden demográfico (…). La población mexicana sigue creciendo, pero no lo hará por mucho tiempo más. Las proyecciones indican que el avance se irá moderando porque, al igual que en otros países, habrá menos nacimientos y eso implica que haya un menor número de población joven y un gran grupo de personas adultas mayores”, precisó.
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