Ciudad de México.- El obispo emérito mexicano Salvador Rangel Mendoza, quien según sus abogados fue secuestrado y drogado a finales de abril, reapareció por primera vez desde que ocurrieron los hechos para expresar este miércoles el perdón a quienes le hicieron daño.
“Con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como aquellos que me han revictimizado producto de la desinformación”, dijo en un comunicado el obispo emérito de la diócesis de Chilpancigo, capital del estado de Guerrero (sur).
El jueves, la Conferencia del Episcopado Mexicano pidió evitar conjeturas sobre el caso del jerarca católico de 78 años, quien presuntamente fue secuestrado y drogado
El religioso anunció que no presentará una denuncia penal en contra de quienes le han hecho mal.
“En ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho”, dice en el texto difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El líder religioso agradeció el apoyo brindado por parte de las autoridades legales y eclesiásticas.
El obispo emérito fue localizado en un hospital privado el lunes 29 de abril, tras ser reportado desaparecido el sábado 27, cuando fue asaltado y drogado, dijo su abogado Pedro Martínez Bello.
En cambio, una autoridad de Seguridad Pública del estado de Morelos, en cuya capital Cuernavaca ocurrieron los hecho, dijo que el obispo “entró voluntariamente al hotel, con una persona del mismo sexo, y esa persona después se retiró”.
Durante varios años, el obispo emérito participó en diálogos con líderes del crimen organizado de Guerrero, con el fin de contener la violencia delincuencial en ese estado montañoso con costas al Pacífico.
A principios de este año, el obispo medió entre los grupos criminales rivales conocidos Los Tlacos y Los Ardillos, para frenar los enfrentamientos y la violencia en Chilpancingo y municipios vecinos.
Fuente:https://latamnews.lat/
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