San Pedro Garza García.- Tanto la ciudadanía como los organismos civiles deben involucrarse más en el tema del cuidado de agua en Nuevo León, ya que es algo que se está dejando prácticamente en manos de Agua y Drenaje de Monterrey y las lluvias han sido muy escasas, de acuerdo con Santos Sáenz Delgado, profesor de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey.
El especialista en ingeniería ambiental, hidrología y regulación del medio ambiente abordó el tema del modelo de distribución continua de agua que se implementó durante este año ‒a diferencia del anterior, en que se hicieron cortes por sectores en el área metropolitana‒, pero con el que debe acompañarse de la participación del factor ciudadano.
UNA HISTORIA DE SEQUÍAS E INUNDACIONES
Sáenz Delgado recordó que en Nuevo León se ha tenido una historia de sequías, por un lado, e inundaciones, por otro.
Las últimas sequías fuertes que se vivieron en la entidad fueron a inicios de los 90 y otra a finales de la misma década.
“También tuvimos una sequía fuerte en los años 50; fue cuando expidieron un decreto federal para que toda el agua que escurriera por el río Santa Catarina fuera exclusivamente para los agricultores de Tamaulipas; y cuando Nuevo León quiso hacer una presa en los 90, ese decreto no se lo permitía”, relató.
Posteriormente, se logró la construcción de la presa El Cuchillo, la cual ha permitido al estado el abastecimiento de agua potable.
“Nuevo León está ubicado en una zona árida o semidesértica; va a ser muy normal que tengamos esa relación con el agua, muy corta siempre: sequías e inundaciones”, expuso.
EFICIENTIZACIÓN DEL AGUA
Para Sáenz Delgado, el hecho de tener un mayor abastecimiento durante este año tiene que ver con la eficientización que Agua y Drenaje de Monterrey ha tenido en el manejo del agua a partir de dos factores: un sistema de modulación de presiones, especialmente aplicado durante la noche, y la entrada en funcionamiento del Acueducto El Cuchillo II.
“La autoridad reviró en cuanto al modelo del esquema de cortes de agua por sectores, porque no era práctico y porque no había la infraestructura en los tubos, no estaban configurados de esa manera; entonces, teníamos más agua, pero teníamos menos abastecimiento hace un año; fue porque ese modelo de operación no fue el más eficiente”, sostuvo.
Sin embargo, el especialista en temas hídricos advirtió que, mientras ambos proyectos se basan en la recuperación y almacenamiento de agua, los niveles de agua en las presas ha sido menor que el año pasado, por lo que es importante que la ciudadanía revise su consumo de agua.
“Entonces, estamos siendo más eficientes en distribuirla, pero no estamos acumulando más”, detalló.
El profesor de la UDEM señaló que las asociaciones civiles han tenido una participación muy limitada.
“Siento que, como ciudadanía, no estamos haciendo lo que nos toca; estamos consumiendo agua otra vez como si no se nos fuera a acabar, ya que la tenemos más tiempo en el día, como que ya nos despreocupamos”, expuso.
Una casa de cuatro personas debería consumir menos de 800 litros al día, pero es muy común que la gente se encuentre con que consume más de 1000 litros.
El catedrático mencionó que una forma sencilla de verificar el consumo mensual de una casa es revisar el recibo en el rubro “consumo promedio”, obtener el número, multiplicarlo por 1000 y dividirlo entre los días del mes, lo cual dará como resultado el consumo por casa.
Santos Delgado insistió en que para resolver los problemas de escasez del agua en Nuevo León se requiere buscar otra fuente y mencionó que una de las alternativas que se han barajado es el proyecto Monterrey VI, que implica el traslado de agua desde el río Pánuco.
“Es una opción que no se ha descartado y nos traería un buen volumen de agua; tiene sus retos; ha sido muy criticada, porque está muy lejos, está a nivel del mar y habría que bombearla hacia arriba”, indicó.
Agregó que otra de las objeciones es la calidad del agua, pero el tema del volumen disponible la pone como una de las mejores alternativas.
Santos Delgado afirmó que el agua se vuelve como un eje rector en el desarrollo urbano y los municipios deberían adecuar sus planes de desarrollo, ya que tanto el Estado como los municipios tienen sus propios planes de desarrollo, donde establecen la densidad de viviendas.
“Los municipios tienen que empezar a adecuar sus planes municipales de desarrollo para estar de la mano con la disponibilidad de agua”, exhortó.