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Luces y sombras: el desempleo en España cae a su menor nivel en 15 años, pero hay pobres trabajando

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Yarisley Urrutia

La tasa de paro (11,2%) es la más baja desde 2008 y el número de empleados alcanza los 21,7 millones. El Gobierno celebra los datos, pero estos no terminan de reflejar la realidad del mercado laboral español; la ocupación creció en el segundo trimestre un 30% menos en término interanual y la tasa de actividad sigue siendo de las más bajas de la UE.

España sumó 434.700 nuevos empleos a su masa laboral durante el segundo trimestre del 2024. El número de personas trabajando en el país se eleva a casi 21,7 millones. Es una cifra récord, nunca hubo tanta gente ocupada en todo el territorio nacional. El trabajo creado se dio fundamentalmente en el sector servicios.

Así, el paro bajó en 222.600 personas, por lo que el número total de desempleados se reduce a 2,75 millones de personas. Tales son los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de 2024, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De acuerdo a esta encuesta, la tasa de paro cae al 11,27%, el porcentaje más bajo desde 2008, antes de la irrupción de la crisis económica global.

“El desempleo se redujo este trimestre en todos los sectores: Servicios (–190.500), Construcción (–12.900), Industria (–9.300) y Agricultura (–7.300)”, escriben los autores de la EPA, que certifican que el 98% de los empleos totales se crearon en el ámbito privado. El mayor aumento de creación de empleo se dio en el sector de los Servicios (304.000 ocupados más).

El Gobierno español asume los resultados de la EPA de un modo muy positivo y como resultado de sus políticas. “La reforma laboral ha sido un éxito que avala los datos que hoy tenemos”, manifestó Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, en su cuenta oficial en la red X, donde resaltó la reducción de la temporalidad al 12,9%, hecho que “permite decir que somos europeos”.

“El principal mensaje es muy claro: el empleo sigue siendo el principal motor de la economía española”, dijo por su parte Carlos Cuerpo, ministro de Economía.

El número de mujeres que encontró trabajo (232.100) superó al número de hombres (202.600). Por primera vez, el país cuenta con más de 10 millones de trabajadoras, dato ya adelantado en abril. En total, de abril a junio se crearon 434.700 empleos.

Los datos: buenos y no tan buenos

El dato de 434.700 empleos creados es bueno y se da en un contexto de crecimiento sostenido del PIB del país. Pero el empleo creado es inferior al registrado en el mismo periodo del año anterior, cuando se generaron 624.200 puestos de trabajo, el mayor incremento para un segundo trimestre en lo que llevamos de siglo.

Además, se observa un desfase entre el ritmo al que crece el empleo y con el que decrece el paro, con menos fuerza. Esto es producto del incremento de la población que ahora busca activamente empleo y antes no, cuando eran invisibles para las estadísticas aun estando desempleadas.

Y esa estadística, al igual que las métricas utilizadas, puede provocar una distorsión del cuadro general. Para empezar, según el economista y autor Santiago Niño-Becerra, hay que tener en cuenta un índice clave: la tasa de actividad, que es el porcentaje de la población en edad de trabajar que busca empleo o ya está empleada.

“Es preciso dejar diáfanamente claro que la tasa de actividad de la población española es del 58,9%, una de las más bajas de Europa. Es decir, si España tuviese una tasa de actividad como la de Dinamarca, por ejemplo, la tasa de paro en España sería superior en seis puntos a la actual”, explica a Sputnik.

No es un detalle menor, puesto que España, ya de por sí, muestra los índices de desempleo más altos de la UE, donde la media se cifra en torno al 6%. Para colmo, la productividad es históricamente muy baja. Y si bien el número de hogares con todos sus miembros activos en paro descendieron en 109.600, todavía quedan 868.300.

El resultado es que se crea bastante empleo, pero el paro no baja a la par. Y esto sucede en un contexto de crecimiento sostenido del PIB del país. Los pronósticos de tanto el Gobierno español como del FMI coinciden en este punto: España crecerá en 2024 un 2,4%, más que nadie en la eurozona. La relación de este crecimiento económico con la población empleada puede calificarse de “círculo perverso”, advierte Niño-Becerra, para quien el PIB español aumenta porque se da empleo a cada vez más trabajadores con independencia de las condiciones laborales.

“Pero no se da ocupación a más trabajadores porque se crezca. El turismo está aumentando en España y ello ocupa a un gran número de personas que, por su consumo, hacen crecer el PIB. Y la dependencia es creciente: si se redujese el número de turistas, caería el PIB y la ocupación, pero a la vez los turistas generan inflación y contaminación. Mal asunto”, afirma.

Mediciones imprecisas

Los datos de reducción del desempleo son una noticia objetivamente positiva y los de creación de empleo todavía más. Pero las cifras de ocupación entrañan un aspecto no tan positivo: los salarios de gran parte de la masa empleada apenas bastan para llevar una vida digna y en muchos casos ni eso. Hasta el 16% de quien tiene trabajo puede ser pobre.

Según las conclusiones de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023, el ingreso medio por persona alcanzó los 14.082 euros el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó hasta el 26,5%. Es decir, el costo de la vida y la inflación hace que las personas puedan estar afectadas de pobreza aun cuando tengan un trabajo y perciban un salario. O lo que es lo mismo, la disminución del paro y la creación de empleo no conjuran la amenaza de la pobreza.

Aparte, las personas con contratos de tipo fijo discontinuo no computan como desempleadas en las temporadas que no trabajan. Y quien, por desánimo, ha dejado de buscar activamente empleo, tampoco aparece en la estadística como desempleada.

“Los contratos fijos discontinuos se dispararon tras la última reforma laboral y es una incógnita el número de personas que se hallan inactivas en un momento dado”, añade Niño-Becerra, que cifra este número entre 500.000 y 700.000 personas, según distintas estimaciones.

Tampoco figuran como desempleados los trabajadores a tiempo parcial, pero que desearían trabajar más horas, recuerda este economista. “El empleo a tiempo parcial está aumentando, lo que hace que el 15% de la población ocupada sea pobre porque no trabaja el número de horas necesarias para percibir el salario mínimo”, añade.

Habida cuenta de este orden de cosas, los datos de empleo y paro de España “no reflejan la verdadera realidad del mercado de trabajo español”, concluye Niño-Becerra.

Fuente:https://latamnews.lat/

Foto: Tomada de https://x.com/empleogob

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