Montevideo.- Una multitud ataviada con camisetas y banderas de todos los equipos de fútbol del Uruguay acudió este jueves a la sede del Club Nacional de Football y despidió entre lágrimas y abrazos a Juan Izquierdo, el futbolista de 27 años que hace una semana se desvaneció en el campo de juego del Estadio Morumbi, de São Paulo, producto de un paro cardíaco.
La siempre congestionada avenida 8 de octubre enmudeció por un día el ruido de sus motores y los murmullos de sus transeúntes por un clima de recogimiento y un silencio sólo interrumpido, cada tanto, por los aplausos de cientos de hinchas unidos por el mismo dolor, con la rivalidad suspendida.
Poignant pictures from Uruguay as Nacional supporters say their final goodbyes to Juan Izquierdo. 🤍
— Men in Blazers (@MenInBlazers) August 29, 2024
Izquierdo collapsed playing for the team & tragically died, aged only 27. His memory will live on forever in the hearts of these fans 🕯️pic.twitter.com/g2SqlRqTFA
“Soy mamá de cinco hijos de todas las edades y tengo un hijo de 27 años, también. Acá no hay colores, ni raza, ni religión, ni nada. Es una unión de sentimiento, de humanidad, porque nadie está libre partir, lamentablemente, la vida es un suspiro”, responde a la consulta de la Agencia Sputnik Marilyn Izquierdo, de 59 años, quien llegó al lugar junto con su marido Carlos, y que a pesar de compartir apellido con el futbolista, no tienen ningún vínculo filiar.
La fila que esperaba para despedir al defensor superó la cuadra de espera aún a una hora antes de que se abrieran las puertas, y las rejas que protegen al edificio se convirtieron en un santuario con flores, velas, camisetas, banderas y mensajes que el ídolo nunca leerá, aunque sí sus hijos, hoy inocentes de tanto dolor.
“Es una mezcla de tristeza y de una gran paz. La paz del que lucha. El que lucha muere en paz. Y era un luchador humilde. Cumplió sueños que a los 27 años no todo el mundo los cumple, pero él los cumplió. Su hijo va a tener un recuerdo. No lo va a conocer, pero lo cuidará”, expresa Raquel Reyes Delgado, de 76 años, nieta del expresidente de Nacional José María Delgado, quien da nombre a una tribuna del Gran Parque Central.
Hace un año, el decano del fútbol uruguayo también se vistió de luto para despedir a quien fuera su presidente, José Fuentes, y recientemente, sus hinchas también despidieron a viejas glorias como Fabián O’Neill -en 2021-, el “Morro” Santiago García -en 2022-, Waldemar Victorino y el dirigente Alejandro Orellano -en 2023- y, allá por 2010, a Diego “Oreja” Rodríguez y el lateral paraguayo Derlis Florentín, en 2007.
Julio Cáceres Gómez, de 77 años, estuvo hace un año, cuando murió Fuentes, y también dijo presente este jueves para despedir a Izquierdo, a pesar de ser ciego.
“Soy ciego, pero no soy inválido”, enfatiza. “A este pibe lo sentí como si fuera un hijo mío y quise despedirlo y abrazar a la familia. Que sepa que estamos con él y él nos va a estar viendo desde arriba, y va a estar en paz, si Dios quiere”.
A las 10:50, un aplauso estruendoso se escuchó desde dentro del club y la gente se alineó frente a la puerta de acceso, ansiosa por cerrar un duelo que nació hace casi una semana, cuando todo el Uruguay vio desplomarse a un pibe de 27 años que estaba cumpliendo un sueño y que, tal como reza uno de los carteles colgados de la reja, se fue de este mundo “con la camiseta puesta”.
La fila a esa hora ya serpenteaba por la acera de enfrente.
UNIÓN DE COLORES
La unión de los colores que separan en dos al Uruguay también fue institucional, dado que el plantel de Peñarol se hizo presente en el Salón Cristal, que ofició de capilla ardiente, hasta que los restos fueron retirados, ya pasadas las 13.30.
Sin embargo, lo que más conmovió a los presentes fue el viaje que realizaron cinco jugadores del São Paulo, el miércoles por la noche, y a pesar de haber jugado un duro partido contra Atlético Mineiro por Copa de Brasil.
“Teníamos muchas ganas de venir (…) es una persona, un ser humano y los brasileños somos muy solidarios. Pasó en nuestra casa, en nuestro estadio y lo sentimos como si fuese nuestra familia”, manifestó el capitán del equipo brasileño, Rafinha, a la prensa.
Lo acompañaron el uruguayo Michel Araújo, los argentinos Jonathan Calleri y Giuliano Galoppo, y su compatriota Wellington, además del vicepresidente del tricolor paulista, Harry Massis, y seis aficionados, en representación de las “torcidas”.
“Ese sentimiento debería aflorar con mucha más frecuencia y no solamente en estos casos extremos. La solidaridad hay que demostrarla todos los días y la tolerancia en cuanto al otro, al que es diferente, al que siente una adhesión a un color distinto debe ser permanente y debe provocar reflexión, no solamente hoy (…) esa solidaridad debemos extenderla a los distintos ámbitos donde nos movemos”, comentó a esta agencia el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso.
La entidad decretó un luto oficial hasta el próximo domingo inclusive, deteniendo toda la actividad, menos el partido amistoso que la selección local debe jugar el domingo ante Guatemala, y que no se pudo cancelar porque no es un evento organizado por AUF.
No obstante, el directivo adelantó que el equipo viajará a Fort Lauderdale (Florida, sureste de EU) sin entrenar.
El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, visiblemente abatido, destacó “la respuesta cívica del pueblo uruguayo, que está respondiendo como todos los uruguayos de bien queremos”, y reconoció que en los cinco días en los que Izquierdo peleó por su vida, internado, aprendió a conocer a un muchacho con el que “no había hablado mucho”, por ser muy callado.
“Juan fue abanderado en la escuela, nadie lo sabía, es un chiquitín querido por todo el mundo, por todos los planteles, un muchacho íntegro que luchó contra lesiones, siempre quiso ser jugador de fútbol, siempre quiso triunfar, siempre quiso lograr lo mejor para los padres, la vuelta de la vida, que hace 10 días fue padre y no había tenido ni tiempo de ir a anotarlo”, lamentó.
Y resumió: “Juan va a ser uno más de todos los uruguayos y es un ejemplo”.
El jueves pasado, Izquierdo se desvaneció en el campo de juego del Estadio Morumbi de São Paulo cuando jugaba con su equipo, Nacional de Montevideo, el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, a los 83 minutos de juego.
La ambulancia llegó en cuestión de segundos al centro del campo y se llevó a Izquierdo, luego ingresado al hospital Albert Einstein de la urbe paulista “en paro cardíaco de inicio indeterminado, secundario a una arritmia”. Desde ese día permaneció asistido con ventilación mecánica en cuidados intensivos.
La situación motivó la suspensión de dos fechas del campeonato uruguayo “reflejando el sentir de todos los estamentos del fútbol respecto a la delicada situación del jugador Juan Izquierdo”, según indicó la Mesa Ejecutiva de la Liga Profesional de Primera División, además de cuantiosas muestras de solidaridad en todo el mundo. (Sputnik)
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
Foto: Tomada de https://x.com/UruguayFootENG
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