La mayoría de los agentes que asistieron al atentado contra Donald Trump no eran agentes del Servicio Secreto de EU (USSS), sino de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, indicó el senador Josh Hawley. En referencia a las declaraciones del denunciante, el político añadió que los agentes no tenían experiencia previa en seguridad.
El político estadounidense declaró a Fox News que la única formación que recibieron los agentes fue un “seminario web en línea de dos horas”. Hawley expuso las acusaciones de los denunciantes en una carta dirigida a Ronald Rowe, director en funciones del USSS, y la adjuntó a su post en la red social X.
“No cabe duda de que el USSS es una agencia muy problemática. El organismo ha tenido graves problemas de discriminación racial”, señaló a Sputnik el abogado, especialista en relaciones con los medios de comunicación y analista político, Tyler Nixon.
Durante 17 años hubo un proceso judicial que se convirtió en una demanda colectiva de agentes afroamericanos de los años 1980 y 1990 que fueron retenidos, discriminados y suprimidos en términos de ascensos, recordó.
Según sus estimaciones, el presupuesto de la agencia federal podría ascender a 1.400 millones de dólares, cantidad que, en su opinión, debería bastar para disponer del mejor equipamiento y los mejores agentes para realizar operaciones con éxito. Además, Nixon señala que el servicio funciona sin rendición de cuentas por parte del Gobierno.
“Lo que ocurrió en Butler [donde se produjo el atentado] yo lo consideraría incompetencia. No es solo una cuestión de empleados que no hacen bien su trabajo. Es una cuestión de intención de exponerlo [a Trump] a un posible asesinato”, manifestó Nixon.
El director en funciones del USSS afirmó que no despedirá a ningún agente hasta que concluya la investigación interna. La Cámara de Representantes creó un grupo de trabajo bipartidista para investigar los fallos de seguridad que se produjeron durante el tiroteo. Una persona murió y dos resultaron heridas antes de que el pistolero, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fuera abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
“El Servicio Secreto, creo, sabe que una cosa más como esta, una operación de seguridad fallida más y están acabados. Ese va a ser el final de esta agencia”, resumió.
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
eitmedia.mx
