La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) fabricó delitos contra el exsecretario de Defensa de México, Salvador Cienfuegos, afirmó el presidente del país latinoamericano, Andrés Manuel López Obrador.
“No hay en la investigación nada donde se acuse de manera directa al general [Salvador] Cienfuegos con Ayotzinapa, para que quede claro (…) La inconformidad [de la oposición], en el fondo, es porque intervenimos ante una actuación que consideramos violatoria de nuestra soberanía por parte de la DEA, y se demostró que le fabricaron delitos al secretario de la Defensa del Gobierno anterior pero, independientemente, pudimos constatar de que fue una venganza y que no habían elementos [para señalarlo]”, afirmó el mandatario en su conferencia de prensa matutina.
Además, hizo énfasis en que los funcionarios de la DEA desearían tener “un Ejército mexicano, unas fuerzas armadas debilitadas, sentadas en el banquillo de los acusados para que puedan hacer y deshacer en México, como se los permitía [el exmandatario] Felipe Calderón”, agregó.
El comentario de López Obrador está relacionado con la condecoración que otorgó el pasado 11 de octubre al general Salvador Cienfuegos, acto que generó polémica en la opinión pública del país.
Sin embargo, el presidente de México aclaró que los reconocimientos entregados tuvieron como objetivo condecorar a quienes “se han desempeñado como directores del Colegio Militar”, y subrayó que otros integrantes del Ejército también recibieron ese homenaje.
En 2020, Cienfuegos fue detenido en Los Ángeles, en Estados Unidos, país que, mediante la DEA, investigó al exfuncionario mexicano, quien, de acuerdo con las autoridades estadounidenses, estuvo vinculado con el narcotráfico e incluso revelaron su apodo: El Padrino.
Pese a las pruebas de las autoridades estadounidenses contra el exfuncionario, el general regresó a México el 19 de noviembre de 2020 y, el 15 de enero de 2021, fue exonerado y se reveló que la investigación contra el general se hizo sin que las autoridades mexicanas supieran.
“Se llegó a la conclusión de que el general Salvador Cienfuegos Zepeda nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas; y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”, señaló la Fiscalía de México en un comunicado tras darse a conocer esa disposición.
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