Menos de una semana después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asesinaran a una activista, también bombardearon un campamento de tiendas de campaña para palestinos desplazados en la zona humanitaria designada de al-Mawasi, que dejó al menos 40 muertos. Un día después bombardearon Nuseirat, donde fallecieron 18 personas.
El 6 de septiembre, las fuerzas israelíes mataron a tiros a Aysenur Eygi, ciudadana de EU y activista turco-estadounidense, en Cisjordania. La joven de 26 años estaba protestando junto a otros activistas cuando recibió un disparo en la cabeza en la localidad de Beita, cerca de Nablus. Las FDI declararon que era “muy probable” que uno de sus soldados la hubiera alcanzado “accidentalmente”.
Las FDI también afirmaron que la joven recibió un disparo durante un “disturbio violento” mientras el Ejército buscaba al “instigador clave”. Pero el Washington Post informó que su investigación concluyó que Eygi recibió un disparo más de media hora después del punto álgido de los enfrentamientos y “unos 20 minutos después de que los manifestantes se hubieran retirado por la carretera principal”, que estaba a más de 200 metros de los soldados de las FDI.
Robert Fantina, activista y autor, habló con Sputnik para analizar el asesinato de Eygi, así como el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a los responsables de su muerte.
“[Eygi] estaba a dos campos de fútbol de la mayoría de los soldados. Por lo tanto, alguien tenía que acercarse lo suficiente para dispararle. Y le dispararon en la cabeza, y las FDI o el Gobierno expresan: ‘Oh, esto fue accidental’. ¿Cómo se le puede disparar accidentalmente a alguien en la cabeza? ¿A alguien que estaba desarmado y a una distancia considerable?”, preguntó Fantina.
“Y la única reacción es: ‘Por favor, no lo vuelvan a hacer’. Y su familia exige una investigación independiente, algo que EU no están interesados en hacer. Los funcionarios del Gobierno estadounidense declaran que Israel está realizando su investigación. ‘Lo han hecho. Han llegado a esta conclusión. Fue un accidente. Así que lo sentimos. Cierren el libro sobre esto’”, explicó el analista.
“Son cosas que están provocando ira contra el Estado sionista”, subrayó Fantina. “La forma de disipar esa ira es dejar de hacer las cosas que están enojando a las personas. La forma de brindar seguridad a Israel es cumplir con el derecho internacional. Pero eso no es lo que Netanyahu y su Gobierno racista buscan. Quieren adueñarse de todo lo que actualmente es Palestina”, notó.
“Y si tienen que matar a todos los palestinos para hacerlo, estarán perfectamente contentos de hacerlo”, añadió el activista.
Durante el debate presidencial del 10 de septiembre entre la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, un moderador de ABC News le preguntó a Harris sobre los “40.000 palestinos” que han muerto (aunque se estima que la cifra es mayor) y los “casi 100 rehenes” que quedan. Cuando se le cuestionó cómo rompería el estancamiento si se convirtiera en presidenta, la vicepresidenta reiteró lo que ha dicho en el pasado.
“Israel tiene derecho a defenderse. Nosotros lo haríamos. Y la forma en que lo haga importa. Porque también es cierto que han muerto demasiados palestinos inocentes. Niños, madres. Lo que sabemos es que esta guerra debe terminar. Debe terminar de inmediato, y la forma en que terminará es que necesitamos un acuerdo de alto el fuego y necesitamos que los rehenes salgan”, repitió Harris.
Sin embargo, el país norteamericano no ha logrado un acuerdo de alto el fuego y sigue tratando a Israel como uno de sus principales aliados. En agosto, el Departamento de Estado anunció que Washington proporcionaría a Israel 3.500 millones de dólares para gastar en armas y equipo militar estadounidense. Pero lo más desconcertante de la respuesta de Harris es que un cambio de postura para poner fin al apoyo estadounidense a Israel le permitiría ganar fácilmente su asiento en la Oficina Oval, como se expresó en un artículo de opinión publicado en Common Dreams que citaba encuestas de votantes estadounidenses.
“[Los políticos estadounidenses] están todos pendientes de sus próximas elecciones y de quién las va a financiar. Si el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC, por sus siglas en inglés) lo hace o si apoyará a la oposición, como les ocurrió a Cory Bush y a Jamal Bowman. Perdieron sus primarias porque los lobbies proisraelíes invirtieron millones de dólares en las campañas de sus oponentes. Pero, ¿es eso lo importante? ¿Es esa la razón por la que se elige a la gente para el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos para ser reelegidos?”
“Según todas las encuestas, la elección entre Harris y Trump está muy reñida. Ella necesita hacer algo que la diferencie de él de manera importante”, explicó Fantina. “Y decir que iba a detener todos los envíos de armas a Israel, a menos que ese país detenga el genocidio, sería un gran cambio con respecto a Hamás, Trump, quien expresó en el debate que Harris odia a Israel. No es así. Obviamente, ella se inclina ante Israel como cualquier otro, o casi cualquier otro político en los EU”.
“Pero el genocidio está ocurriendo. Las leyes internacionales se violan de las formas más obscenas a diario”, afirmó. “Estados Unidos es cómplice del genocidio y muchos, muchos votantes estadounidenses son conscientes de ello. Ella podría aclararles lo que haría para detener la complicidad del país norteamericano en el genocidio”.
Irán no ha dado marcha atrás en su promesa de tomar represalias contra Israel por el asesinato del líder de Hamás Ismaíl Haniyá en Teherán, e Israel no parece estar dando marcha atrás en su ofensiva contra territorio palestino — todo lo contrario. Según se informa, las FDI han estado ampliando sus ataques contra territorio palestino mediante el aumento de las incursiones violentas en la Cisjordania ocupada desde fines de agosto.
Garland Nixon, de Sputnik, sugirió durante la entrevista que Israel parece estar tratando de “arrastrar a EU a una guerra con Irán” que podría “destruir la economía mundial y posiblemente volverse nuclear”.
“No se puede comprender cómo y por qué Irán se convirtió en el lobo feroz del país norteamericano. El Gobierno iraní básicamente se ocupa de sus propios asuntos. Sin duda, apoya a sus aliados, Yemen, Líbano, Palestina y Siria, del mismo modo que Estados Unidos apoya a sus aliados”, explicó Fantina. “Irán tiene todo el derecho a hacerlo. Y, sin embargo, no amenaza a EU de ninguna manera. No amenaza a Israel hasta que Israel amenaza a la república islámica”.
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
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