La Cámara de Diputados (Cámara Baja) de México aprobó en general y en particular la reforma que permite que el mando de la Guardia Nacional quede en manos de las Fuerzas Armadas del país latinoamericano.
Tras varias horas de discusión en la sede legislativa, ubicada en la Ciudad de México, la iniciativa fue avalada con 353 votos a favor, 126 en contra y cero abstenciones. Ahora, el documento se envía al Senado de la República (Cámara Alta) para su revisión, discusión y posible aprobación.
Más tarde, en conferencia de prensa, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebró la aprobación de la iniciativa.
“Va a significar que todo el esfuerzo que hemos hecho para crear la Guardia Nacional durante cinco años, no se van a echar por la borda, que no vuelva a suceder lo que ya se padeció con la Policía Federal, que se inició con [el expresidente de México] Ernesto Zedillo, pero llegó a manejarla [el exsecretario de Seguridad Pública] Genaro García Luna y se corrompió”, indicó.
Esta es una de las reformas de mayor interés durante el sexenio de López Obrador, que desde 2022 ha buscado que la titularidad de este cuerpo policial quede bajo la tutela de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“El dictamen, además de la definición y función para la Guardia Nacional, estipula que la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquel en el ejercicio de esta función”, informó la Cámara de Diputados en su sitio web.
En esta misma iniciativa, se precisó que el Congreso de la Unión, conformado por ambas cámaras legislativas, podrán emitir leyes que regulen y establezcan tanto requisitos como límites para la participación del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en materia de seguridad interior y en tareas de apoyo a la seguridad pública.
Además, el proyecto estipula que el Senado o la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, deberán ratificar el nombramiento de los mandos superiores de la Guardia Nacional que sean propuestos por quien encabece el Poder Ejecutivo. En este caso, le correspondería a la mandataria electa de México, Claudia Sheinbaum.
“La persona titular de la Comandancia de la Guardia Nacional debe ostentar el grado de general de División de la [misma corporación] en activo, y será designada por la persona titular de la Presidencia de la República, a propuesta de la persona titular de la Sedena”, expuso la Cámara Baja mexicana.
¿Por qué se plantea este cambio?
La cercanía de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas mexicanas no es algo nuevo. Si bien desde su nacimiento en 2019 se estableció que sería una corporación policiaca con mando civil, pero que entre sus filas estarían integrantes del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, los cuales tenían la opción de darse de baja en las mismas, y conservar un rango homologado, o reintegrarse posteriormente a ellas.
Sus particularidades, actividades y colaboración con Sedena quedaron suscritos en la Ley de la Guardia Nacional, publicada el 27 de mayo de ese año.
Conforme pasaron los años se hicieron más cambios, entre ellos, que la Secretaría de la Defensa Nacional ejercería el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, aun cuando estuviera adscrita a la Secretaría de Seguridad.
Para 2022, una jueza frenó el pase completo de la corporación policiaca civil a Sedena, decisión que fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del país latinoamericano. Por ello, en diversas ocasiones, López Obrador insistió en la necesidad de que esto ocurra.
Fue así que el 5 de febrero de 2024, envió un paquete de reformas al Congreso mexicano, donde incluyó este proyecto.