La rabia, una enfermedad viral grave que afecta a más de 150 países, se transmite principalmente a través de la saliva de animales infectados. Generalmente, la enfermedad se propaga por mordeduras o rasguños. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación de al menos el 70% de los perros en áreas de riesgo es fundamental para prevenir muertes humanas por rabia, haciendo de la vacunación anual una práctica crucial para proteger tanto a las mascotas como a las personas.
México ha logrado avances significativos en el control de la rabia, recibiendo en 2019 la validación de la OMS como un país libre de rabia por mordedura de perro. Esto fue posible gracias a una estrategia nacional que incluye campañas masivas de vacunación gratuita desde la década de los 90. La combinación de diagnósticos oportunos y tratamientos disponibles ha sido clave para este reconocimiento, convirtiendo a México en un referente mundial en la lucha contra esta enfermedad.
“En nuestro país se ha hecho un gran trabajo mantener bajo control el riesgo de contagio por mordeduras de perro, pero eso no significa que la rabia no exista. Debemos estar alertas y no bajar la guardia”, explica la MVZ. Emilia Tobías, Gerente Técnico de mascotas en Boehringer Ingelheim Salud Animal México. La experta enfatiza que, a pesar de los logros alcanzados, la vigilancia y la vacunación continua son esenciales para evitar la propagación del virus.
La vacunación anual no solo protege a los animales, sino que también contribuye a la salud pública. La rabia es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos, y tiene consecuencias potencialmente fatales. Por ello, es vital mantener un calendario de vacunación actualizado y contar con la supervisión de un veterinario. “Si no vacunamos a nuestras mascotas, estamos quitándoles la posibilidad de generar defensas contra la rabia, lo que podría poner en riesgo tanto a ellos como a nosotros”, concluye Emilia Tobías.
Señales de alerta
Si tu mascota ha sido expuesta a un animal del que sospechas podría tener rabia, no has seguido los protocolos de vacunación y notas alguno de los siguientes signos, debes acudir de forma rápida y urgente al médico veterinario:
En los animales, los signos más recurrentes de la rabia son los cambios de comportamiento agudos y la parálisis progresiva inexplicable. Los animales pueden mostrar signos de comportamiento agitado, agresivo y/o letargo y parálisis. Posteriormente “miedo” al agua, lo que se conoce como hidrofobia. La rabia es fatal una vez que aparecen los signos clínicos, pero es totalmente evitable.
“La vacunación masiva de perros, gatos y otras poblaciones animales, así como otros programas puestos en marcha, son una ventaja que nos puede ayudar a proteger todas las comunidades y, como tutores de mascotas, somos responsables de vacunar a nuestros animales cada año para también proteger a otras personas”, concluyó la gerente técnico de Boehringer Ingelheim.
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