Yarisley Urrutia
La OCDE eleva las propias previsiones del Gobierno y augura un crecimiento del +2,8% para este año, el mayor de la eurozona. El sector turístico es clave. La inflación baja a su menor nivel en tres años y medio. Pero el poder adquisitivo de los salarios mengua frente al precio de los alimentos y los problemas para acceder a una vivienda escalan.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entidad que engloba a 38 países tanto de economías avanzadas como de economías emergentes, predice en su informe de perspectivas económicas una consolidación de la recuperación de la economía global.
A tenor de los datos de crecimiento sostenido registrados durante el primer semestre del año, la OCDE asegura que la economía mundial está “enderezando en rumbo” y pronostica un crecimiento del 3,2% en 2024 y 2025, gracias a las potencias asiáticas y euroasiáticas. La India (+6,7%), Indonesia (+5,1%), China (+4,9%) y Rusia (+3,7%) lideran los índices para 2024. El informe constata que España será el país occidental que registre un mayor aumento de su Producto Interior Bruto (PIB). Exactamente, un 2,8% en el presente año y un 2,2% en 2025.
📈La economía española mantiene el fuerte crecimiento en 2T2024 con un aumento del PIB del 0,8%, elevándose la tasa de crecimiento interanual hasta 3,1%.
— Economía, Comercio y Empresa (@_minecogob) September 27, 2024
➡️Consumo, inversión y exportaciones impulsan este crecimiento equilibrado, con empleo dinámico y mejora de la productividad pic.twitter.com/sUIDx4YX0k
Las cifras auguradas para España en 2024 suponen un alza de un punto entero respecto al informe de predicciones de mayo, mejora en una décima porcentual el pronóstico del propio Gobierno español y coincide exactamente con los cálculos apuntados por el Banco de España a mediados de septiembre. Es también un dato que supera en cuatro veces el de la eurozona, que crecerá de media un +0,7%. Asimismo, el crecimiento del PIB español contrasta fuertemente con el estancamiento de Alemania (+0,1%).
Otro organismo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) añade aún más optimismo a la situación. Luego de revisar al alza el crecimiento del primer trimestre (+0,9%), constata un aumento del +0,8% en el segundo y un dato en valor interanual del +3,1%. “La demanda nacional aportó 2,4 puntos y la externa contribuyó con 0,7 puntos”, explican los estadísticos del INE.
La actual fortaleza del país ibérico, erigido en una suerte de milagro económico de la UE en medio de la proyección sombría de Alemania, Francia e Italia, descansa aparentemente en la potencia de su sector turístico y en un consumo interno mejor de lo esperado. También ha contribuido la suma de casi 77.000 millones de euros adicionales al PIB nacional, luego de una revisión contable del INE sobre los ejercicios de 2021, 2022 y 2023.
“Se trata de un crecimiento equilibrado gracias al dinamismo del empleo, la positiva evolución del consumo y la inversión y la fortaleza del sector exterior, especialmente de las exportaciones”, afirman en el Ministerio de Economía, donde se señala también una “mejora de la productividad”.
En cuanto a la inflación, los economistas de la OCDE prevén que descienda al 2% en 2025, un entorno similar al augurado para toda la eurozona. Mientras tanto, el INE consignó para septiembre una moderación de la inflación aún mayor: el 1,5%. Es la cifra más baja desde marzo de 2021.
“Esta evolución es debida, principalmente, al descenso de los precios de los carburantes, y también, aunque en menor medida, a la disminución de los precios de alimentación y de la electricidad, frente a la subida de septiembre de 2023”, escriben los estadísticos del INE en la nota de prensa al respecto.
“España vive uno de sus mejores momentos de las últimas décadas”, manifestó el presidente Pedro Sánchez al respecto de los números de la economía española, durante un foro de economía global en Nueva York al que asistió en el marco de su agenda con motivo del 79.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
“Nuestra economía es el motor de Europa”, escribió posteriormente el presidente español en su cuenta de la red X, congratulándose del análisis de la OCDE.
¿Por qué crece tanto España?
En 2023, España también registró un crecimiento interanual muy por encima (seis veces más) de la media de la eurozona: un 2,7% (2,5%, antes de la revisión del INE).
Y el Gobierno presume ahora de haber contenido la crisis inflacionaria mejor que Francia y Alemania, circunstancia que explica por sus políticas energéticas. Según declaró Sánchez en Nueva York, estas políticas englobaron tres aspectos:
1.La llamada “excepción ibérica” (medidas de común acuerdo con Portugal para rebajar el precio de la electricidad mediante un tope al precio de la energía eléctrica producida mediante gas).
2.El empleo de los fondos del Plan de Recuperación de la UE en una apuesta masiva por las energías renovables.
3.Y los planes para convertir a España en una “gran potencia de producción de hidrógeno verde“. A su juicio, tal estrategia contribuyó a superar el episodio inflacionario “generando competitividad y no perdiéndola”.
Pero la clave del crecimiento de la economía española es la inversión extranjera (cuarto país del mundo en este aspecto entre 2018 y 2023, según el Ministerio de Economía) y el gran rendimiento de su industria turística (según Turespaña, más de 53 millones de turistas y un gasto de 71.000 millones de euros hasta julio), lo que unido al aumento de los salarios y los buenos datos de creación de empleo, ha contribuido poderosamente a estimular la demanda interna.
Doble filo
Pero el turismo es un arma de doble filo, como evidencia su masificación y las escasas inversiones por su transformación en aras de una mayor calidad. Y también un ejemplo de la baja productividad que distingue a la economía española, la cual descansa en contradicciones.
Por ejemplo, un tercio de la población infantil se halla en riesgo de pobreza y exclusión social. Como afirma José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España, la tasa de pobreza infantil es “la más alta de la UE”.
“Y la vivienda, que se está convirtiendo en un bien menos accesible para muchas familias, es, cada vez más, un factor importante de incremento de la pobreza infantil”, aseguraba Vera ya en marzo, con motivo de la presentación del informe Yo también vivo aquí: vivienda, pobreza y derechos de infancia, al tiempo lamentaba que la infancia esté “prácticamente invisibilizada” en las políticas públicas de la materia.
La escalada de los precios de la vivienda es el principal problema de las familias. No solo las más vulnerables tienen casi imposible el acceso a este bien vital; el problema se extiende a muchas más capas de población en las capitales y en las zonas turísticas.
“Es un crecimiento basado en el volumen, no en la productividad”, advierte en la red X el economista y autor Santiago Niño Becerra, que recuerda que la productividad cayó en España “7,3 puntos en los últimos 20 años y 1,9 en los últimos cinco”.
En su opinión, el turismo es un motor económico sobre el que el Gobierno tiene poco control, al depender del “estado económico de los demás”, como las exportaciones.
En cuanto a los sueldos, su aumento no fue a la par que la inflación y su poder adquisitivo es más bien bajo. La inflación se reduce, pero eso no significa que los alimentos hayan bajado de precio, por ejemplo. Simplemente, ya no suben mucho más.
Según los últimos datos del INE, el 20,5% de los asalariados percibe unas ganancias brutas anuales de entre 14.000 y 19.000 euros. En este diapasón se ubica el salario más extendido en España: 14.586 euros brutos anuales.
Además, la productividad del trabajo no tiene un reflejo en los salarios. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, declara a los micrófonos de RNE que los salarios en España “poco a poco” recuperan poder adquisitivo y “por encima de los países del entorno”.
“Productividad y salarios reales crecieron paralelamente hasta la década de 1990”, concluye en la red X el economista Nacho Álvarez, exsecretario de Estado de Derechos Sociales del Gobierno de España, que explica que, desde entonces, los beneficios derivados de la actividad laboral, por muy productiva que sea, “dejan de repartirse en el mercado de trabajo”.
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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