Culiacán, Sinaloa.- Desde el 9 de septiembre, el estado de Sinaloa ha sido escenario de una intensa ola de violencia que ha dejado al menos 98 personas asesinadas, según la Coordinación Interinstitucional en Seguridad Nacional. Los enfrentamientos entre las facciones del Cártel de Sinaloa, conocidas como Los Chapitos y La Mayiza, se han intensificado tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes más importantes del narcotráfico en la región.
En el transcurso de estos 19 días, las autoridades han registrado más de 200 denuncias relacionadas con diversos delitos, como robos de vehículos y desapariciones forzadas. A pesar de la violencia, la policía ha logrado detener a 45 personas, entre ellas a Mario Alexander N., alias “El Piyi”, jefe de seguridad de Los Chapitos. El conflicto ha generado caos principalmente en el centro del estado, con fuertes enfrentamientos en áreas urbanas y rurales.
Violencia focalizada en sindicaturas y zonas rurales
El epicentro de los enfrentamientos ha sido la sindicatura de Costa Rica, donde el 9 de septiembre se vivió un tiroteo intenso que dejó abandonados varios vehículos con impactos de bala. Sin embargo, el caso más grave ocurrió el 17 de septiembre en Eldorado, donde los residentes reportaron tiroteos que duraron más de tres horas, generando pánico en la población.
El fuego cruzado no solo ha afectado a miembros de las facciones criminales. Cuatro jornaleros agrícolas de Quila fueron heridos el 11 de septiembre durante un enfrentamiento, reflejando el impacto de la violencia en civiles inocentes. La situación también se tornó crítica en la zona de Tres Ríos, en Culiacán, el 21 de septiembre, cuando fuerzas federales se enfrentaron a sicarios, dejando un saldo de tres civiles muertos, tres militares heridos y una persona detenida.
Mensajes macabros: las “pizzas” y los “sombreros” como símbolos de terror
La violencia en Sinaloa ha adquirido un simbolismo macabro en los últimos días, con elementos asociados a las facciones del Cártel de Sinaloa. Los sicarios de Los Chapitos, liderados por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, han dejado cuerpos con cajas de pizza como marca distintiva. El 13 de septiembre, fue encontrado un cuerpo decapitado en Culiacán, con su cabeza colocada sobre una caja de pizza.
Por otro lado, los sicarios vinculados a La Mayiza, dirigida por el hijo de Ismael Zambada, han usado sombreros como símbolo. El 15 de septiembre, cinco cuerpos fueron hallados con signos de tortura y sombreros en el parque acuático Splash Club, en Culiacán. Unos días después, el 21 de septiembre, otros cinco cuerpos fueron encontrados en la misma zona, con evidentes signos de violencia.
La violencia se extiende al sur de Sinaloa
En el sur del estado, municipios como Concordia, Elota y Mazatlán también han sido golpeados por esta ola de violencia. La Fiscalía General del Estado reportó al menos 23 homicidios en estas áreas entre el 9 y el 28 de septiembre. Concordia ha sido una de las regiones más afectadas, con cinco personas asesinadas en la comunidad de El Palmito el 13 de septiembre, mientras que otro hombre murió en un tiroteo en la cabecera municipal el 17 de septiembre.
El municipio de Elota también ha sufrido múltiples ejecuciones, con al menos seis víctimas en diversos puntos de la región. En San Ignacio, un hombre fue asesinado el 22 de septiembre en el poblado de Las Cañas.
El desplazamiento forzado aumenta
La violencia ha generado un impacto humanitario, provocando el desplazamiento de familias enteras que huyen de sus comunidades para protegerse. Hasta el 19 de septiembre, al menos 54 familias llegaron a Mazatlán en busca de refugio, huyendo de la inseguridad en sus localidades.
La situación en Sinaloa sigue siendo crítica, mientras las autoridades intentan controlar el caos generado por los enfrentamientos entre facciones criminales. La violencia, lejos de disminuir, ha sembrado el terror en las comunidades, afectando tanto a civiles como a fuerzas de seguridad.
Con información de https://www.elsoldemexico.com.mx/
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