Monterrey, Nuevo León.- A pesar de las promesas de una transformación en el sistema de transporte público, la movilidad en Nuevo León sigue enfrentando grandes desafíos. La inversión anunciada por el gobierno estatal aún no ha rendido frutos, y los usuarios continúan padeciendo largos tiempos de traslado.
Según la Encuesta Así Vamos, el tiempo promedio de viaje ha pasado de 58 minutos en 2021 a 83 en 2023, con el automóvil manteniéndose como el medio de transporte preferido. El reciente Ranking 2024 del Instituto Mario Molina ubicó a la Zona Metropolitana de Monterrey en el puesto 19 de 21 ciudades mexicanas, destacando su baja eficiencia y accesibilidad.
El Consejo Cívico ha manifestado su preocupación ante las decisiones de inversión, señalando que estas se han realizado sin evidencia clara de su impacto social y con falta de transparencia. La falta de acuerdos políticos ha retrasado importantes proyectos, como las líneas 4 y 6 del Metro, debido a la ausencia de financiamiento aprobado y la falta de proyectos ejecutivos completos, lo que podría generar sobrecostos significativos en el futuro.
Por otra parte, el proceso de adquisición de nuevas unidades de transporte ha sido problemático. Los camiones llegaron tarde y sin un plan adecuado para garantizar el suministro de gas natural, lo que ha afectado su operación.
Además, la reestructuración de las rutas urbanas se ha manejado con poca transparencia, dejando a los usuarios en la incertidumbre sobre la disponibilidad real de unidades y la frecuencia de los servicios. Las largas filas y la saturación en horas pico demuestran que las inversiones no han logrado mejorar la experiencia del usuario.
El proyecto de modernización del SINTRAM, que prometía optimizar el flujo vehicular, se ha limitado a solo dos municipios, poniendo en entredicho la eficacia de los 1,800 millones de pesos invertidos.
A esto se suma la entrega de subsidios durante el ciclo electoral 2024 sin la debida autorización de los consejos de Metrorrey o el IMA, lo que ha tenido un impacto negativo en las finanzas del sistema de transporte y ha generado dudas sobre la gestión de los recursos.
Finalmente, el plan de construir un viaducto elevado sobre Morones Prieto ha sido objeto de críticas, ya que contradice los principios de movilidad sustentable al privilegiar el uso del automóvil sobre el transporte público.
Esta obra, en lugar de complementar las nuevas líneas del Metro, podría fomentar un aumento en las emisiones contaminantes y generar más tráfico. Para que los proyectos de movilidad en Nuevo León tengan éxito, será crucial que el gobernador Samuel García logre acuerdos con el Congreso, los alcaldes y la sociedad civil, estableciendo una gobernanza participativa que permita convertir las promesas en realidad.
eitmedia.mx
Foto: Tomada de https://x.com/metrorreynlofi1