En un fallo judicial significativo, la jueza federal Mary Kay Vyskocil dictaminó que una mujer anónima, quien acusó a Sean “Diddy” Combs de agresión sexual, deberá revelar su nombre real si desea continuar con la demanda en su contra. La jueza estableció que la demandante, conocida públicamente como “Jane Doe,” tiene hasta el 13 de noviembre para presentar su nombre completo o, de lo contrario, la demanda será desestimada. La decisión plantea un precedente sobre la privacidad de las víctimas en casos de alto perfil.
La demandante, una mujer de Tennessee, presentó una demanda a principios de este mes alegando que Combs la violó en 2004, cuando tenía 19 años. Los abogados de la mujer argumentaron que el uso de un seudónimo era necesario debido al temor de que Combs pudiera hacerle daño. Sin embargo, la jueza Vyskocil desestimó esa preocupación, señalando que el artista no ha tenido contacto con la demandante en los últimos 20 años y que actualmente enfrenta cargos de tráfico sexual y crimen organizado.
“El punto fundamental es si la demandante tiene un interés de privacidad ‘sustancial’ que supere la presunción de transparencia en los procedimientos judiciales”, escribió Vyskocil en su fallo. La jueza subrayó que tanto el acusado como el público tienen derecho a conocer la identidad de quien utiliza los tribunales en una demanda pública. Esto resalta la importancia de la transparencia en el sistema judicial.
La demanda en cuestión es una de las muchas presentadas por “Jane” o “John Does” en los últimos meses, todas relacionadas con acusaciones de mala conducta sexual y crímenes graves que presuntamente involucran a Combs en un período de tres décadas. Los abogados, encabezados por Tony Buzbee, han prometido más de 120 demandas similares en las próximas semanas, lo cual podría enfrentar obstáculos similares ante la decisión de la jueza.
“La Corte entiende que Combs es una figura pública, y por ende, la demandante probablemente enfrentará escrutinio público si procede con su nombre real”, señaló Vyskocil. Sin embargo, destacó que el interés en evitar el escrutinio o la vergüenza pública no prevalece sobre los derechos constitucionales de Combs y el público en un proceso judicial abierto.
Buzbee respondió que su equipo de abogados presentó el caso bajo anonimato para proteger la seguridad de la demandante, pero declaró que el proceso continuará sin importar las circunstancias. Esta decisión podría tener un efecto importante en el futuro de los casos presentados por otras víctimas anónimas.
Con esta orden judicial, se anticipa que la demandante enfrentará la difícil decisión de hacer pública su identidad o retirar la denuncia. El caso resalta el complicado equilibrio entre la privacidad de las víctimas de agresión sexual y la transparencia judicial en procesos legales de alto perfil.
La situación podría influir en el panorama legal para futuras víctimas que deseen presentar cargos contra figuras públicas, pues la privacidad de quienes denuncian agresiones sexuales es un tema que sigue en debate. Mientras tanto, Combs ha negado todas las acusaciones y continúa preparando su defensa legal en medio de la creciente presión pública.
Por: Abril Ledesma- eitmedia.mx
