Río de Janeiro (Brasil).- El presidente Javier Milei reconoció que la mitad de los argentinos ya están por debajo del límite de la pobreza, señaló este lunes el ministro de Desarrollo Social de Brasil, Wellington Dias, al explicar en la cumbre del G20 la reticencia inicial de Buenos Aires a sumarse a la recién lanzada “Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza”.
“Él mismo (Milei) reconoció que Argentina, un país que un tiempo atrás tenía un nivel de pobreza con los niveles más bajos de la región superó el 50 por ciento (de la población) en situación de pobreza”, afirmó Dias en rueda de prensa, tras la presentación oficial de la referida alianza, en cuyo listado inicial no estaba la referida nación austral.
La alianza, presentada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la apertura de la cumbre del G20, en Río de Janeiro, estaba integrada inicialmente por 81 países, entre los que no constaba Argentina, incluida en un comunicado divulgado pocas horas después por el Gobierno brasileño.
El ministro Dias, que en los últimos meses lideró las negociaciones para crear esta nueva plataforma de lucha contra el hambre, restó importancia a la ausencia inicial de Argentina, que, según dijo, participó “desde el primer momento” en las reuniones técnicas.
“Quedó bien clara la posición que él (Milei) manifestó; él tiene una posición en defensa del liberalismo, de soluciones a través del mercado, pero las propuestas que Argentina defiende están en los términos de la alianza, como la cualificación del empleo o el apoyo a los emprendedores”, afirmó el ministro brasileño.
El representante del ministro brasileño recordó que la alianza funcionará de 2025 a 2030 y que está abierta a adhesiones del conjunto de los 193 países que forman parte de la ONU.
La alianza funcionará principalmente con sedes en Brasilia (Brasil) y en Roma (Italia) (aprovechando la estructura de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), pero también tendrá representaciones en la sede del Banco Mundial, en Washington, EU, y en Adis Abeba, Etiopía. (Sputnik)
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