El desafío de los aranceles y el papel de México en la diplomacia comercial
El anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un aumento del 25 % en los aranceles a México y Canadá sacudió tanto los mercados como el ámbito político. Con un dólar que ya supera los 20 pesos, esta declaración subraya las complejidades económicas que enfrenta México al estar profundamente vinculado a su vecino del norte.
En este contexto, la respuesta del senador Gerardo Fernández Noroña, cargada de retórica combativa, plantea un tema importante pero evita abordar las estrategias concretas que el país necesita para contrarrestar estos desafíos.
Si bien la postura de Fernández Noroña al señalar la exportación ilegal de armas desde Estados Unidos hacia México es legítima, la propuesta de aplicar aranceles en respuesta ignora las repercusiones económicas inmediatas de un enfrentamiento comercial directo.
México depende de su relación comercial con Estados Unidos, no solo por la exportación de bienes, sino por su impacto en la estabilidad económica y social del país. Este tipo de comentarios, aunque populares en redes sociales, deberían ir acompañados de propuestas diplomáticas y económicas concretas que fortalezcan la posición negociadora de México.
Ante este panorama, es esencial que el gobierno y los representantes políticos en México articulen una estrategia conjunta para abordar estas amenazas.
Esto no solo implica reforzar las alianzas internacionales para contrarrestar medidas proteccionistas, sino también diversificar mercados y fortalecer la economía interna.
Responder con dureza a través de discursos puede ser catártico, pero lo que México necesita son acciones firmes, pragmáticas y bien planificadas para proteger su economía y su soberanía comercial en un contexto global cada vez más desafiante.