
La crisis del presupuesto 2025: un estancamiento peligroso para Nuevo León
El estancamiento del presupuesto para 2025 en el Congreso de Nuevo León es un reflejo claro de la parálisis política que afecta a la entidad. La negativa a aprobar el proyecto elaborado por la Comisión de Presupuesto deja al gobierno estatal en una situación de incertidumbre financiera, al mismo tiempo que expone la profunda desconexión entre las necesidades urgentes de la población y las prioridades de los diputados.
Este impasse no solo pone en riesgo el funcionamiento de diversos sectores, sino que evidencia las tensiones entre la necesidad de controlar el endeudamiento y la presión por aumentar las participaciones en otros rubros.
Los ajustes que los legisladores intentaron incorporar al presupuesto, que incluían mayores recursos para el Poder Legislativo, la Fiscalía General de Justicia, el sistema de salud, los municipios y diversos programas sociales, fueron rechazados por la falta de consenso.
El proyecto de ley se topó con un muro de votos divididos, con un empate técnico en la votación que impidió su aprobación.
Esta situación refleja el difícil balance entre la necesidad de apoyar a los sectores más necesitados y el riesgo de aumentar una deuda estatal que, según el gobierno, no afectaría a las finanzas a largo plazo.
El gobierno estatal ha argumentado que un endeudamiento controlado no afectaría las finanzas de Nuevo León, pero el rechazo de los diputados a asumir compromisos financieros adicionales muestra la desconfianza de los legisladores ante la viabilidad de este enfoque.
En lugar de buscar soluciones intermedias que permitan aumentar las participaciones en áreas clave sin comprometer la estabilidad fiscal, se perpetúa un círculo vicioso en el que las necesidades de la población se ven postergadas por la falta de acuerdos sobre el gasto y la deuda. Es un escenario que pone en evidencia la falta de visión estratégica y de colaboración entre las distintas fuerzas políticas.
Mientras tanto, sectores cruciales como la educación, la salud, y la seguridad continúan esperando el respaldo adecuado del presupuesto estatal. Los ciudadanos de Nuevo León merecen un gobierno que no solo sea capaz de presentar un plan de gasto eficiente, sino también uno que sepa cómo negociar y llegar a acuerdos que beneficien a todos los sectores.
El rechazo al presupuesto 2025 es solo el último capítulo de un problema que lleva años sin resolverse, dejando claro que la política local aún está muy lejos de encontrar soluciones a las grandes necesidades de la población. Por cierto, Morena sigue sin jugar al igual que sus aliados y solo ya han tomado el ridículo papel de abstenerse. Mientras que el PRI-PAN-PRD de seguir tratando con cuchillos y dagas todo lo que provengan de Samuel García y MC.
Aunque de última, por cierto, ayer algunos coordinadores corrieron a conversar con Carlos Garza actual tesorero de Nuevo León, se dijo que la charla fue amena y que es posible que los legisladores se pongan a jalar en algunas cuestiones, corriendo el lápiz haciendo algunas adecuaciones financieras para el bien de “todos” y quizás, sea el próximo lunes cuando de nuevo se suba al pleno Presupuesto 2025 modificado con algo de deuda algo así como 7 mil millones y este sea aprobado favorablemente. Por el bien de todos. ¿será?