El tan esperado proyecto del tren de pasajeros que conectará Saltillo, Monterrey y Nuevo Laredo iniciará operaciones en julio, con la promesa de mejorar significativamente la movilidad en la región.
Según informó el diputado federal Víctor Pérez Díaz, la obra contará con tres estaciones clave que permitirán enlazar con la Línea 4 del Metro, beneficiando a miles de habitantes que diariamente se trasladan por la zona metropolitana de Monterrey.
En una reunión con Adrián Lajous, titular de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, el legislador y presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes detalló que las estaciones se ubicarán en Santa Catarina, sobre la avenida Díaz Ordaz y en Escobedo.
“Vamos por un tren de pasajeros firme, sin afectar la movilidad del área metropolitana de Monterrey”, enfatizó Pérez Díaz, asegurando que el proyecto está diseñado para integrarse de manera eficiente al sistema de transporte actual.
Para evitar congestionamientos y cruces peligrosos, el plan contempla la construcción de vías férreas paralelas que garantizarán un flujo ágil del transporte de carga y pasajeros.
“Se trabajará en conjunto con los alcaldes para ejecutar obras complementarias que optimicen la infraestructura vial y ferroviaria”, afirmó el legislador.
Con un recorrido de 350 kilómetros entre Saltillo y Nuevo Laredo, se espera que este proyecto impulse la conectividad de municipios como Santa Catarina, Salinas Victoria, Monterrey y San Nicolás.
A la par del tren, se prevé una reingeniería en las rutas urbanas existentes para evitar la duplicidad de recorridos y ampliar la cobertura de transporte. Pérez Díaz destacó que, aunque la reducción de la Línea 4 del Metro por parte del Gobierno del Estado afectó a Santa Catarina, el nuevo sistema ferroviario podría compensar la demanda de movilidad en la región. “Nos parece interesante la coordinación logística para los santacatarinenses y toda el área metropolitana”, indicó.
El proyecto forma parte de un plan ferroviario de 1,143 kilómetros que conectará desde la Ciudad de México hasta Nuevo Laredo, pasando por Querétaro, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León. Su ejecución estará a cargo en un 40% por el Ejército y el 60% restante será responsabilidad del sector privado. Con esta iniciativa, se busca transformar la movilidad en el noreste del país, facilitando el transporte de pasajeros y dinamizando la economía regional.
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