Blake Lively ha contratado a Nick Shapiro, exsubjefe de gabinete de la CIA y asesor del exdirector John Brennan, para gestionar la estrategia de comunicación de su batalla legal con Justin Baldoni. La actriz y el director de “It Ends With Us” están involucrados en demandas cruzadas por acusaciones de acoso sexual y represalias, lo que ha derivado en un conflicto legal de gran magnitud.
El equipo legal de Lively, representado por el bufete Willkie Farr & Gallagher, confirmó la contratación de Shapiro para asesorar en el manejo mediático del caso, que se desarrolla en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York. La actriz presentó en diciembre una denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California alegando que Baldoni la acosó sexualmente durante la producción de la película en 2023 y posteriormente emprendió una campaña de difamación contra ella en 2024.
Baldoni, junto con otros nueve demandantes, respondió demandando al New York Times por difamación, exigiendo una compensación de 250 millones de dólares. Lively, a su vez, presentó una demanda contra Baldoni y su equipo por represalias ilegales bajo la ley federal y estatal de California. Posteriormente, el director demandó a Lively y a su esposo, Ryan Reynolds, por 400 millones de dólares, acusándolos de extorsión civil y difamación.
La controversia se ha intensificado con la implicación de Stephanie Jones, expublicista de Baldoni, quien también lo demandó por incumplimiento de contrato. Jones proporcionó mensajes de texto clave al equipo legal de Lively, aunque la legalidad de esta evidencia aún está en discusión. El caso ha generado un escrutinio mediático significativo, especialmente debido a las estrategias de relaciones públicas empleadas por ambas partes.
La elección de Shapiro como asesor de crisis para Lively ha llamado la atención, dado su historial en la gestión de crisis gubernamentales de alto perfil, como la respuesta del gobierno de Obama al derrame de petróleo en el Golfo y el atentado de la maratón de Boston. Sin embargo, su historial no está exento de controversia, ya que fue uno de los 51 exfuncionarios de inteligencia que firmaron la carta de 2020 que sugería que la filtración de la laptop de Hunter Biden tenía características de una operación de desinformación rusa.
Por: Abril Ledesma- eitmedia.mx
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