
La Secretaría de Medio Ambiente mantiene su vigilancia sobre Zinc Nacional, una de las empresas señaladas por su impacto ambiental en la zona metropolitana de Monterrey. Este jueves, inspectores de la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente realizaron una visita sorpresa para verificar el cumplimiento de la suspensión de actividades impuesta el pasado 21 de marzo.
Durante el recorrido por las instalaciones de la compañía, ubicadas en San Nicolás de los Garza, se confirmó que los siete hornos principales permanecían inactivos, tal como lo exige la medida aplicada. La suspensión forma parte de las acciones del gobierno estatal para reducir emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en la región, un tema que sigue generando preocupación entre la ciudadanía.
Aunque la empresa parece estar acatando la disposición, las autoridades han dejado claro que los operativos de verificación continuarán de manera permanente. No se descartan nuevas medidas si se detectan irregularidades. Mientras tanto, la población puede monitorear la calidad del aire a través del Sistema de Monitoreo Ambiental (SIMA), disponible en la página oficial de la Secretaría.
El caso de Zinc Nacional refleja un dilema recurrente: el equilibrio entre la actividad industrial y el derecho a un ambiente sano. Por ahora, la balanza parece inclinarse hacia la fiscalización, pero la pregunta sigue en el aire: ¿será suficiente para garantizar un cambio real?
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