
“Trump, Fox News y el discurso repetido: ¿Por qué revive el fantasma del narco?”
La entrevista de Donald Trump con Fox News esta semana podría parecer un déjà vu. Las mismas frases, los mismos señalamientos: “México le tiene miedo a los cárteles”, “controlan grandes zonas del país”, “no se puede gobernar así”. Pero ahora, con su regreso a la presidencia de Estados Unidos, lo que antes sonaba a retórica electoral se convierte en una advertencia con consecuencias reales.
Es revelador que Trump haya elegido precisamente Fox News —su megáfono preferido— para volver a colocar el tema del narcotráfico en la agenda bilateral. No es casualidad. Cuando habla allí, lo hace pensando en su base más fiel, en los sectores que aplaudieron su promesa de “bombardear los laboratorios” hace cuatro años. Y aunque ahora matiza sus palabras con un elogio a Claudia Sheinbaum (“una mujer excelente”), el mensaje central sigue siendo el mismo: México, en su visión, sigue siendo un “Estado fallido” frente al crimen organizado.
Pero hay algo más inquietante detrás de esta repetición discursiva. Trump no insiste por costumbre; lo hace porque este argumento le ha funcionado. Durante su primer mandato, utilizó la narrativa del “México narcotizado” para justificar desde el envío de efectivos militares a la frontera hasta las presiones migratorias. Hoy, con Sheinbaum recién estrenada en la presidencia mexicana, el mensaje parece diseñado para probar su reacción: ¿cederá espacio en temas de seguridad a cambio de estabilidad en otros ámbitos, como el comercial?
El riesgo para México no está solo en la estigmatización, sino en la posibilidad de que Washington decida actuar unilateralmente. Ya en 2020, el entonces secretario de Defensa estadounidense admitió que se contempló operaciones encubiertas en territorio mexicano contra los cárteles. Hoy, con un Trump menos inhibido y un Congreso más alineado con su retórica dura, ese escenario deja de ser una hipótesis lejana.
Sheinbaum enfrenta aquí un dilema estratégico. Si ignora las provocaciones, arriesga que Trump las interprete como debilidad; si responde con confrontación, puede escalar tensiones innecesarias. La salida no es fácil, pero pasa por demostrar resultados concretos en seguridad —sin espectacularidad, pero con eficacia— mientras delimita con firmeza los términos de cualquier cooperación.
Al final, esta entrevista en Fox News no fue solo otro capítulo en el reality show político de Trump. Fue un recordatorio de que, para su administración, el narcotráfico seguirá siendo el caballo de Troya para intervenir en asuntos mexicanos. México no puede darse el lujo de subestimarlo.