La mañana de este jueves culminó una investigación que mantuvo en vilo a las autoridades de protección infantil en Nuevo León. Moisés “N”, de 52 años y administrador de un albergue infantil en la colonia Altamira, fue detenido por agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones tras ser señalado por dos menores como presunto responsable de agresiones sexuales.
El operativo se realizó tras obtener dos órdenes de aprehensión emitidas por un juez, luego de que las víctimas -cuyas identidades se mantienen en reserva- revelaran los abusos sufridos durante su estancia en la institución. Según el expediente fiscal, los hechos habrían dejado secuelas físicas y emocionales en las niñas, afectando su desarrollo integral.
“Los testimonios de las menores fueron fundamentales para integrar la carpeta de investigación”, explicó una fuente cercana al caso. Las acusaciones incluyen conductas tipificadas como delitos graves en el Código Penal estatal, aunque no se precisaron los cargos específicos.
El sospechoso fue trasladado a un Centro de Reinserción Social, donde esperará su audiencia inicial ante el juez de control correspondiente. Mientras tanto, las autoridades confirmaron que se mantienen vigilantes ante la posibilidad de que existan más víctimas.
Este caso reavivó el debate sobre los protocolos de supervisión en albergues infantiles. Organismos defensores de derechos humanos han exigido mayor rigor en los procesos de contratación de personal que labora con menores en situación vulnerable.
La Fiscalía General de Justicia del Estado aseguró que continuará con la investigación para determinar si existió omisión por parte de otros responsables de la casa hogar. Mientras tanto, las víctimas recibirán atención especializada para su recuperación emocional.
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