
Una denuncia penal por presunto desvío de recursos y peculado encendió la tensión entre el Partido Acción Nacional y el Gobierno de Nuevo León. El blanco de la acusación es Juan Ignacio Barragán, titular de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, a quien se le señala por supuestas irregularidades en la contratación del financiamiento para el Acueducto El Cuchillo II.
El coordinador de la bancada panista en el Congreso local, Carlos de la Fuente, junto con el presidente estatal del PAN, Policarpo Flores, acudieron a la Fiscalía Anticorrupción para formalizar la denuncia. Según su versión, la empresa a la que se adjudicó el financiamiento fue creada recientemente y se acordó una tasa que, afirman, rebasa en un ochenta por ciento el costo estimado de mercado.
“Se aprovechó la emergencia hídrica para beneficiar a una empresa sin experiencia con una tasa fuera de toda lógica financiera”, aseguró el legislador panista. Por su parte, el dirigente estatal del PAN solicitó la renuncia inmediata de Barragán o su destitución por parte del Gobernador, señalando que debe asumirse la responsabilidad política del presunto error.
Frente a las acusaciones, Servicios de Agua y Drenaje emitió un comunicado en el que niega categóricamente las irregularidades señaladas. Asegura que las cifras presentadas por los denunciantes están manipuladas o son erróneas, y que la tasa interna de diferimiento del contrato es del diecisiete punto cinco por ciento, no del veintiocho punto seis como se ha señalado públicamente.
La dependencia también defiende que el proceso de contratación cumplió con todas las normas legales y contó con la aprobación de su Consejo de Administración. Subraya además que el proyecto fue ejecutado con transparencia y atendiendo al interés público, en un contexto de urgencia por la severa crisis hídrica que afectó al estado en años recientes.
En su respuesta, Agua y Drenaje no descarta que la denuncia pueda responder a intereses políticos y advierte que, de comprobarse su carácter infundado, podría haber consecuencias legales para quienes la promovieron.
Mientras tanto, el Acueducto El Cuchillo II sigue siendo defendido por el Gobierno como una obra clave que permitió superar una de las peores sequías en la historia reciente de Nuevo León, garantizando el abasto de agua para millones de habitantes.