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Gerson Gómez

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Hacer el ridículo

Llegamos a la frontera. El uso del puente Colombia. Sin existencia ninguna de las casetas de cobro. En la desviación las leyendas negras de vehículos perdidos. Entre la parte de Tamaulipas y Nuevo León.

El destino final la ciudad de Dallas Texas. Participar en el encuentro internacional de escritores latinos.

Acompañado por el editor de la revista contracultural regiomontana. Desmañanados en la garita. Entregamos nuestros pasaportes a los de la cachucha. La agente hizo hincapié en el copiloto.

Nadie le entregó la visa. Han llegado solos. Cuál es el motivo del viaje. Una pregunta tras otra. Mostramos la invitación oficial del departamento de Cultura de la ciudad texana.

Lo siento, la visa de su compañero esta vencida. Tiene cinco años de haber expirado. Para quienes conocemos al poeta reímos. Deténganse en la casilla uno. Ahí fuimos a parar.

En la ingenuidad de nuestro compañero al bajar de nuestro auto. Vuelve a subir le dije. El oficial señaló venir por nosotros. Colocar las manos en el volante. No hacer ningún movimiento sospechoso.

Pasamos a las oficinas. Después de 20 minutos le llamaron por su apellido. Ya dormitaba sin la menor presión. El encargado de la estación migratoria vio los papeles. Tal vez hizo algunas llamadas.

La negativa fue automática. Espere por favor. Volvió a sentarse y a caer en el sopor del sueño. Regresó a la ventanilla. Le hicieron firmar el bonche de papeles.

Era la auto deportación. Le dije solo salte. No firmes nada. Entre Nuevo Laredo y el cruce de Colombia Nuevo León solo existen brechas.

Lo acompañaron hasta la salida de las instalaciones. Por un momento el viaje frustrado. Tu ve a cumplir el compromiso. Diez horas de carretera solo. Cada salida de descanso. Lavar el rostro. Comer alimentos grasosos estilo sureño norteamericano.

Cerca de la media noche llegamos al Hard Rock. En la lista de invitados especiales de Panteón Rococó en su gira. Apenas entramos para escuchar al Dr. Shenka decir muchas gracias.

Cayó el telón. El editor auto deportado pidió raid a un chofer para llegar a Nuevo Laredo. En la primera salida a Monterrey con su mochila al hombro.

No son nada 10 años de castigo, nos dijo en la llamada durante el evento. La oficial nos explicó. Su amigo si estaba diciendo la verdad. Estamos entrenados para detectar mentiras. Es así de distraído.

Asentí. Siempre. Moví la cabeza sorprendido por la rudeza de tecnicismos de los oficiales de migración. No era necesario.

En el 2025 auto expulsarse pensando en recibir mil dólares del gobierno es la mayor falacia del universo. Sigo pensando en la pobreza de quienes le creen a la administración más ingenua y fraudulenta.