
Diputados federales del PRI condenaron enérgicamente el ataque perpetrado este día contra las instalaciones del Comité Directivo Estatal de su partido en Xalapa, Veracruz, en lo que calificaron como un acto más de violencia electoral que debe ser investigado y castigado con todo el rigor de la ley.
Los legisladores priistas señalaron que este hecho no es aislado, sino consecuencia directa de la indolencia gubernamental ante las reiteradas advertencias sobre la escalada de violencia en el proceso electoral. “Veracruz está secuestrado por la violencia, la intimidación y el miedo”, afirmaron, mostrando su solidaridad con los militantes afectados.
Criticaron duramente la falta de estrategia de seguridad por parte de autoridades estatales y federales para proteger a los participantes en el proceso electoral. “Es inadmisible que el crimen organizado actúe con impunidad gracias a la ineficiencia del gobierno morenista”, denunciaron los diputados.
Recordaron que desde el 13 de marzo el Grupo Parlamentario del PRI ha solicitado en múltiples ocasiones la intervención de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, sin obtener respuestas efectivas. “Resulta sospechoso que, a pesar del anuncio de 3,500 elementos de seguridad, ninguno haya protegido nuestra sede”, cuestionó la diputada Lorena Piñón Rivera.
El comunicado mencionó los asesinatos de candidatos y las renuncias forzadas por amenazas como muestra del clima de violencia que prevalece. Los legisladores priistas aseguraron que desde el Congreso seguirán exigiendo una intervención real y oportuna de las autoridades, advirtiendo que “no nos quedaremos callados ante esta omisión”.
Finalmente, los diputados federales del PRI reiteraron su compromiso de seguir denunciando estos hechos y exigiendo justicia, al tiempo que respaldaron la postura de su dirigencia nacional frente a lo que calificaron como un proceso electoral manchado de sangre.
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