Democracia de acordeón: vota por el número que ya decidieron por ti
No hay nada más inspirador que una jornada democrática en la que todo ya está decidido. Porque, seamos honestos, ¿quién necesita elegir cuando un práctico acordeón impreso y viralizado por todo el país ya te señala por quién votar? Más eficiente imposible. Es como un menú fijo en un restaurante que presume ofrecer cocina a la carta.
La reciente votación para los cargos judiciales más importantes del país fue un verdadero homenaje al simulacro. Según los datos del INE, los perfiles promovidos en volantes —con numeritos bien marcados para facilitar la tarea— resultaron ser exactamente los ganadores. De 33 mujeres aspirantes a la Suprema Corte, las cinco sugeridas en el acordeón fueron las más votadas. ¡Qué puntería!
Y no terminó ahí. También coincidieron los ganadores en la Sala Superior del Tribunal Electoral y en el Tribunal de Disciplina Judicial. Si usted dudaba de la eficacia de la propaganda, ahí tiene el resultado: precisión quirúrgica. Un auténtico milagro electoral.
Claro, todo este teatro tuvo su precio. Según la consejera Carla Humphrey, las campañas al Poder Judicial costaron 395 millones de pesos, porque evidentemente es muy caro hacer que parezca que hay opciones. De ese total, 268 millones se gastaron en elecciones federales y otros 127 millones en elecciones locales. Para disfrazar una votación predecible, no se escatimaron recursos: más de 115 mil eventos, con todo y sus folletitos perfectamente distribuidos, incluso por mensaje de texto.
Pero si alguien pensó que esto podría traer consecuencias, piénselo otra vez. Aunque se presentaron 98 quejas por fiscalización (más tres iniciadas de oficio), todo apunta a que el 28 de julio el INE decidirá si esto tuvo alguna repercusión… o si solo fue una travesura democrática.
Y mientras tanto, como si no fuera suficiente, circuló una lista con nombres de políticos presuntamente ligados al narcotráfico, adornada con el logo del Departamento de Estado de Estados Unidos. Por suerte —o conveniencia— la Embajada en México se apresuró a tacharla de “falsa” con un enorme letrero rojo. Porque sí, si lo dicen en redes sociales, es palabra santa.
Por lo qué. Bienvenidos a la nueva era democrática: donde votas, pero no eliges. Donde la transparencia cuesta cientos de millones. Y donde todos salimos perdiendo, excepto los que ya estaban en la lista. Aunque juren que esa lista, como tantas otras, “no existe”.
