domingo, 15 junio 2025
24.4 C
Monterrey

Energía solar y tradición para sostener la producción de tabaco en Cuba

Últimas Noticias

Ibis Frade

La Habana.- Para mantener la producción de tabaco, uno de los principales rubros exportables de Cuba, vegueros de la provincia de Pinar del Río (oeste) recurren a paneles solares que mantienen en funcionamiento la maquinaria de riego en medio de la crisis energética.

Varios huracanes han golpeado en los últimos años dicho territorio, donde se cultiva buena parte del tabaco destinado a la exportación, de ahí que las autoridades locales prioricen la recuperación de la infraestructura que sostiene la producción.

El subdelegado del Ministerio de la Agricultura en Pinar del Río, Ortelio Rodríguez, explicó a la Agencia Sputnik que hay unos 7.200 productores dedicados a la siembra del tabaco, aunque es posible llegar a unos 9.000, pues “hay área suficiente” para el cultivo.

Los mayores desafíos actuales son la falta de combustible y electricidad, por eso muchos vegueros buscan fuentes alternativas, ya cuentan con 152 paneles solares que garantizan así el riego de unas 600 o 700 hectáreas, señaló Rodríguez.

Dentro de las prioridades, indicó el funcionario, urge también seguir trabajando en un cambio de la matriz energética “de forma tal que nos permita avanzar en el riego, que es uno de las principales limitantes acá en la provincia, porque hay zonas, sobre todo en el norte, que son muy secas”.

Además, es necesario potenciar la recuperación de las llamadas “casas de cura” donde se seca la hoja del tabaco y de los tanques, micropresas y embalses de agua para el riego, agregó Rodríguez.

Las autoridades de la Agricultura en Pinar del Río proyectan para el año próximo llegar a unas 13.000 hectáreas dedicadas al cultivo del tabaco y esperan sumar a productores jóvenes, porque “ese trabajo se ha ido envejeciendo”.

EL CAMINO DE LA TRADICIÓN

Desde 2004, José Ángel Ortúzar está al frente de la Finca San Pedro, siguiendo los pasos de su padre Rogelio Ortúzar, elegido Hombre Habano en 2019 por la calidad de las hojas que cultivaba.

“Cuando tenía 7 años, comencé a venir a la finca con mi papá y fui aprendiendo en la práctica mucho de lo que hoy aplico en la siembra, como el uso del estiércol de chivo y de otros animales como fertilizante, que prefiero a los industriales”, dijo Ortúzar a la Agencia Sputnik.

Desde que mis abuelos tenían la finca, en el “tiempo muerto” (cuando no se cultiva tabaco) los trabajadores recogían la bosta de los animales y la usaban para mejorar los suelos, recordó.

Ortúzar instaló recientemente paneles fotovoltaicos que le permiten dar energía a las máquinas de riego y a la casona donde realizan la escogida de las hojas de tabaco, que incluso está climatizada para ofrecer mejores condiciones a las “revisadoras”, 27 mujeres a cargo de esa labor.

El productor señaló que la energía solar le ha permitido reimpulsar una producción deprimida en años recientes, luego del paso de un huracán que afectó los cultivos y destruyó las casas de secado y otras estructuras.

Además del tabaco, Ortúzar cosecha arroz y frijoles que distribuye entre sus trabajadores, y ahora prepara condiciones para construir una “casita infantil” en la que puedan quedarse en horario laboral los hijos menores de cinco años de sus empleados.

“El trabajo en el campo es bien fuerte, hay que pasar muchas horas al sol, haciendo labores pesadas y hemos tenido problemas para cubrir todas las plazas, por eso para mí es muy importante garantizarles buenas condiciones a mis trabajadores, transporte, alimentación, el cuidado de sus hijos…” consideró Ortúzar, quien insistió en la importancia de “tener manos” que labren la tierra.

PRODUCCIÓN SOSTENIDA POR PRIVADOS

Cualquier “capa” de tabaco es un bien que debe tratarse con mucho cuidado, enfatizó Ortúzar, quien acogió con mucho entusiasmo la decisión de la estatal Tabacuba (Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba) de permitir que los productores asuman la “escogida” de la hoja, un proceso de selección y clasificación completamente manual.

Según confirmó el subdelegado de la Agricultura de Pinar del Río, Tabacuba dio la posibilidad a algunos productores privados de encargarse del procesamiento de las hojas de tabaco y esto “representa un alivio para el Estado”.

De esa forma, el productor asume la fuerza de trabajo y toda la logística que lleva la “escogida”, mientras que Tabacuba se encarga de supervisar las labores y chequear la calidad del productor que se le entrega, añadió el funcionario.

Tal dinámica da muy buenos resultados, a los vegueros “les interesa mucho procesar su propio tabaco y garantizan así altos estándares de calidad”, entregan las hojas ya casi listas para el torcido de los famosos habanos, enfatizó Rodríguez.

De acuerdo con cifras oficiales, Pinar del Río aporta más del 70 por ciento del tabaco de “calidad premium” empleado en la elaboración de los puros cubanos, aunque otras provincias como Artemisa, Sancti Spíritus y Villa Clara también contribuyen a esa producción.

Casi la totalidad del tabaco producido en Pinar del Río lo siembran productores privados, muchos son dueños de las tierras y otros, lo hacen en terrenos que se le dieron en usufructo.

Una vez que se termina la temporada tabacalera a finales de febrero, en esas tierras se rotan otros cultivos que sirven para el autoconsumo de los trabajadores y sus familias, y en menor cantidad para la venta.

A estos cultivos se dedican ahora los vegueros de Pinar del Río y aunque el inicio de la cosecha de tabaco se realiza a finales de año, se apertrechan de paneles solares para enfrentar los apagones, que parecen no tener fin (Sputnik).