México.- En el universo del regional mexicano, donde cada acorde busca tocar fibras profundas y cada voz intenta fundirse con el público, el trabajo de Aldo Herrera Trejo ha sido decisivo, aunque pocas veces visible. Ingeniero de audio y pieza clave en el éxito sonoro de Los Huracanes del Norte durante los últimos diecisiete años, su oficio va más allá de cables y consolas: es un equilibrio entre técnica, precisión y sensibilidad artística.
“Cuando el acordeón ruge, la voz del corrido se rasga y la batería retumba, el trabajo es lograr que todo llegue igual de claro al último espectador sin importar cuán lejos esté”, afirma Herrera, quien ha acompañado a la agrupación en su expansión generacional, adaptando su sonido sin traicionar la esencia que los hizo leyenda.
El camino de Aldo no comenzó en los grandes escenarios, sino en su casa, cuando a los siete años ayudó a su madre a armar un equipo modular. “Desde entonces, no solté ese impulso”, recuerda. A los trece ya colaboraba en eventos religiosos de su comunidad; más tarde, tras estudios de electrónica y sonido, encontró su vocación en el espectáculo en vivo.
Antes de integrarse a Los Huracanes del Norte, Herrera ya acumulaba experiencia con artistas de diversos géneros. Trabajó con Aterciopelados, La Lupita, Magneto, Luis Fonsi, La Firma y Duelo. Fue precisamente con Duelo que debutó en el Rodeo Houston, dentro del NRG Stadium, una experiencia que años después repetiría con Los Huracanes en 2017. “Enfrentar ese escenario fue cumplir y superar un reto enorme”, destaca.
Pero más allá de los escenarios imponentes, el reto diario de Herrera es manejar el delicado equilibrio de variables que afectan un concierto en vivo: acústica del recinto, clima, estrés técnico y presión del público. “Es una coreografía de mil detalles que deben fluir como una sola melodía”, describe. Su objetivo: que cada presentación se convierta en una experiencia inolvidable.
Aunque su trabajo es esencial, su figura suele quedar en segundo plano. “El sonido también tiene arquitectos”, reconoce. Y en un país donde la música significa resistencia, consuelo y memoria, Aldo Herrera Trejo ha sabido construir un legado sólido en el ámbito del audio profesional. Su trabajo está presente en cada aplauso, en cada lágrima provocada por una canción impecablemente ejecutada, en cada eco perfectamente proyectado desde el escenario.
En cada concierto de Los Huracanes del Norte, la audiencia no solo escucha a los ídolos del norteño; también percibe la precisión de un ingeniero que ha pulido cada nota con la devoción de quien transforma un oficio técnico en arte.
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