En el corazón del desierto de García, las uvas maduran bajo el sol para transformarse en motivo de orgullo nuevoleonés. Este 22 de junio, la vinícola Don Ramiro será el punto de encuentro de productores, cocineros, turistas y familias para celebrar la décimo quinta edición de la Fiesta de la Vendimia, una jornada que marca más que una cosecha: la consolidación de un sueño vinícola en tierras norteñas.
En medio de los preparativos, la presidenta de la CANIRAC Nuevo León, Kathia Guajardo Bosques, lanzó una invitación directa al sector restaurantero: abrir las cartas a los vinos locales. “El vino nuevoleonés no solo acompaña un platillo, lo transforma”, afirmó. Consciente de la fuerza simbólica y económica de cada botella, insistió en que el vino debe ser parte esencial de la oferta gastronómica del estado. “Es momento de que el vino local se vuelva parte de nuestra identidad”, dijo, aludiendo al trabajo y la tradición que encierran las etiquetas regionales.
Durante el anuncio oficial, Guajardo recordó que el vino es mucho más que una bebida: “El vino es cultura, es economía, es territorio. Y lo tenemos aquí, en nuestra tierra. ¿Por qué no tenerlo también en nuestras mesas?”, cuestionó con firmeza ante restauranteros y autoridades presentes.
Rosa Pola Valdez, presidenta de la Asociación Estatal de Vitivinicultores de Nuevo León, compartió con orgullo los logros alcanzados en estos tres lustros de vendimia, celebrando lo que considera una gesta transformadora. “Esta edición especial no solo es un festejo: es una afirmación de que sí se puede transformar el paisaje, cultivar sueños y producir vinos de gran calidad en Nuevo León”, expresó. Y alzando simbólicamente la copa, convocó a seguir apostando por un futuro “próspero, enológico y turístico”.
La celebración reunirá a visitantes de todas las edades para disfrutar de catas, música, cocina regional y experiencias enoturísticas en un entorno que desafía expectativas: un desierto convertido en viñedo. La Fiesta de la Vendimia busca arraigarse como referente de la vitivinicultura del norte, y con ello, seguir sembrando identidad, orgullo y sabor local en cada copa.
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