El diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, lanzó una dura crítica al periodo extraordinario promovido por Morena y sus aliados, asegurando que el paquete de reformas que pretenden aprobar en solo diez días no busca fortalecer la democracia, sino instaurar un modelo autoritario con tintes de censura, vigilancia y control militar.
“No vamos a votar a favor de un periodo extraordinario cuyo único objetivo es imponer, en tan solo diez días, una agenda autoritaria que busca militarizar al país, espiar a la población y censurar a los medios y a la sociedad”, advirtió desde tribuna durante la sesión de la Comisión Permanente.
Moreira señaló que las propuestas que impulsa la mayoría oficialista, lejos de haber sido discutidas en comisiones como Defensa, Seguridad o Gobernación, se quieren aprobar sin análisis ni debate, lo cual —dijo— refleja la actitud improvisada y atropellada que ha caracterizado a este gobierno.
Además, denunció que en estados como Puebla, Tamaulipas y Campeche ya se registran casos de persecución contra periodistas, empresarios y ciudadanos, como una señal de lo que podría generalizarse si se aprueban las reformas tal como se plantean.
El legislador priista también acusó al oficialismo de ignorar temas fundamentales como el salario digno para policías, cuya iniciativa —ya aprobada— permanece congelada por “intereses oscuros que solo benefician al crimen organizado”. “¿Por qué bloquean una ley que permite que nuestros policías ganen al menos 17 mil 500 pesos?”, cuestionó.
En su intervención, Moreira también puso en duda las intenciones detrás de las reformas que exigen el uso de datos biométricos de los ciudadanos, planteando una interrogante que lanzó al pleno: “¿A qué mexicano o extranjero se los prometieron?”.
Frente a este panorama, propuso un debate nacional y abierto, con la participación de la sociedad civil, especialistas y víctimas de la violencia, al tiempo que recordó: “Representamos al 46 por ciento de los mexicanos. No se atrevan a silenciar esa voz”.
Para el legislador, lo que está en juego no es un simple paquete legislativo, sino el rumbo democrático del país.
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