Con el firme propósito de combatir el hambre en la ciudad fronteriza más transitada del mundo, la Fundación Tijuana Sin Hambre celebró su quinto aniversario con un evento que reunió a más de 400 personas comprometidas con la causa.
Durante la cena anual con causa “Una noche de verano”, la fundadora Maru Rique compartió la visión que ha impulsado a la organización desde sus inicios. “Detrás de cada número, de cada comida entregada hay historias, muchas veces invisibles. Rostros cansados, madres desesperadas, niños con hambre… Y aunque este mundo esté roto en muchos pedazos, creo firmemente que podemos seguir sanándolo, un plato a la vez”, expresó.
El evento logró recaudar dos millones de pesos, gracias al apoyo de aliados, donantes, voluntarios y miembros de la comunidad de ambos lados de la frontera. La meta es clara: alcanzar la distribución de cinco mil comidas diarias para beneficiar a personas en situación vulnerable, adultos mayores en asilos, madres solteras, albergues, casas de cuidado y orfanatos.
La velada contó con la colaboración altruista de reconocidos chefs como Carlos Gaytán, Olimpia Calderón, Eduardo Palazuelos, Ruffo Ibarra, Anaisa Guevara, Oliver Seki, Giannina Gavaldón, Ángel Beltrán, Roberto Alcocer y Ernesto Zamora, quienes ofrecieron una experiencia culinaria especial para apoyar esta causa.
Josefina Rodríguez Zamora, Secretaria de Turismo del Gobierno de México, y Miguel Aguiñiga Rodríguez, Secretario de Turismo de Baja California, también se sumaron al encuentro, resaltando la importancia de generar redes de apoyo para las poblaciones más necesitadas.
Para los fundadores y el Consejo Directivo de la Fundación, esta cena no solo es una estrategia para recaudar fondos, sino una invitación abierta a sumar esfuerzos para alcanzar el objetivo de brindar un millón de comidas al año.
Actualmente, Tijuana Sin Hambre entrega 3,500 comidas diarias y moviliza a 2,500 voluntarios comprometidos con transformar la realidad de quienes enfrentan la inseguridad alimentaria en la región.
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